Una historia cuqui
DIRTY DARE
Por MIRA LYN KELLY ‧ Fecha:
octubre de 2023
Me gustan las novelas de Mira Lyn Kelly sobre otro equipo imaginario de la NHL, los Slayers. Están en KU y me los he leído todos. Hasta la fecha, que yo sepa, todo eran romances heteros.
Pero se ve que le han
hablado de la hiperpoblación de bisexuales y gais en el hockey de Romancelandia
(algo análogo a los duques de la Regencia) y se ha lanzado con esta historia
cuqui.
Oye, bien por ella, que yo soy fan número uno de
los male/male romances ambientados en
el deporte profesional.
Es una historia de pueblo pequeño, en concreto la
localidad a la que va, para pasar unas semanas, Trevor Guldbrandsen (22). Es un jugador profesional de hockey, del filial que le pusieron a
sustituir a Boomer, y ahora no sabe si va a volver a los Slayers o lo bajarán
de categoría.
Además, le acaba de dejar su pareja. Otro jugador
con el que convivía, pero que no quería salir del armario. A Trevor le habría
dado lo mismo, él es bi, y se acuesta lo mismo con chicos que chicas. Ahora,
desde el punto de vista emocional, solo se enamora de chicos.
Anda un poco dolido. Pero vamos, que el dolor del
abandono se evapora en cuanto su camino se cruza con Cam Dorsey (también 22). Este nadador, que ahora juega al wáter
polo, y trabaja en la tienda de su padre, es alguien de quien estuvo enamorado
antes de jugar en la liga.
Trevor estuvo dispuesto, en el pasado, a
dejarlo todo por Cam, incluso su oportunidad de triunfar en el hockey. Pero Cam, en aquel momento, no
estaba en una situación de que lo suyo fuera público. Ahora, cuatro años
después, tal vez las cosas sean distintas…
Donde hubo fuego quedan brasas suficientes para que
sea cosa de verse y echarse mano y en un par de días, acaben reconociendo que
se quieren, que siempre se han querido y que aquello que los separó hace años,
ya se ha superado.
Como todo second
chance, exige que aquello que los separó en el pasado se haya superado de
una manera convincente. Para que te creas el final feliz. Y que no fuera una
tontería, porque entonces le pierdes el respeto a los personajes. También
debería estar justificado por qué en todos estos años no se buscaron el uno al
otro.
Considerando lo jóvenes que eran cuando se
enrollaron por vez primera, tiene su lógica que no supieran gestionarlo.
Esta novela está narrada, claro, en primera persona
dual y presente de indicativo. Un estilo NA que parece inevitable hoy en día. El principal problema que tengo con esta forma de contar las cosas es que no
distingo la voz de uno y otro. Cuando es romance gay, es todavía peor, porque
son dos chicos hablando.
Eso sí, todo muy tierno y cuqui, y con suficiente
sexo explícito en los momentos hot.
De nuevo, es una de esas en las que, aunque Trevor
es jugador profesional de hockey, el deporte no tiene papel relevante en la
historia.
Mira Lyn Kelly es de esas autoras muy competentes
que merece la pena leer, si te gusta el romance deportivo. Es una historia muy agradable
de leer. Ahora, es de esas que si no la lees, tampoco te pierdes nada.
Mi experiencia: buena, 3 estrellas.
eBook /
Tapa blanda, 92 (eBook)/114 (papel) páginas
Publicado independientemente, 10/2023
Parte de una serie: Slayers Hockey #7.5
Two Book Pushers, 5 corazones.
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