Una segunda
oportunidad calentita, calentita
DATOS GENERALES
Título original: Rekindle the Flame
Subgénero: contemporánea
1.ª publicación en la
antología Baby, it’s cold outside,
11/2014
Publicación
independiente: Pocket Star, 30-11-2015
Parte de una serie: Hot
in Chicago #0.5
Páginas: 129
ISBN 9781501123122
SINOPSIS (según Fiction DB)
¿Qué puede ser más
ardiente que un bombero? Kate Meader demuestra cuán encendido puede ser cuando Beck Rivera y la heredera convertida en
artista tatuadora Darcy Cochrane descubren
que nada enciende las llamas navideñas que reavivar un amor perdido…
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Pues la tengo bastante bien colocada en mi base de datos, en torno al
puesto tres mil. Le han dado calificación de cinco estrellas varias páginas y
lectoras a quienes sigo (About That Story, Becky y Harlequin Junkie); además,
tiene uno de esos tópicos que tan atractivos me resultan, second chance.
CRÍTICA
Empecé a leer Playing with fire, que es la novela más apreciada de Kate Meader. Y
al poco me di cuenta de que esta novela es de esas que disfrutas más si la lees
en su sitio correcto de la serie.
A veces da un poco lo mismo por
dónde cojas una serie.
Pero otras, mejor leer en orden, que
lo valoras más. Me pasó con Diabólica, de Jo Beverley, y, de manera muy llamativa, con Llámame irresistible, de Susan Elizabeth Phillips, que
independiente fue 3-4 estrellas pero al leerla después, a continuación de las
otras, me resultó excelente, ¡cinco estrellas!
Aprovechando que «Hot in Chicago» se
encuentra en Kindle Unlimited, decidí leerla por orden.
La primera historia es este relato corto
que Kate Meader publicó dentro de una antología navideña en el otoño de 2014. Al
año siguiente la sacó por independiente.
Darcy Cochrane (25) y Beck Javier Rivera (26) tuvieron un
rollo hace siete años. Beck era el chico «malote», mazáo y boxeador, irresistible
para una nena de buena familia como Darcy.
Él cortó con ella because reasons. Darcy se largó de
Chicago y ha vivido acá y allá. Rara vez vuelve a Illinois. Esta vez tiene que
hacerlo por su abuela. Una amiga la lleva a un bar irlandés, que coincide que
es el de la familia de Beck.
De esta azarosa manera se
reencuentran. Es cosa de echarse el ojo encima y… Siete años no es nada. A los
diez minutos, ya le están dando al tema. Todo muy apasionado.
Darcy pretende que no le guarda
rencor, que es un rollo sexual, curiosidad por ver cómo ha madurado el otro. Pero
anda que no siente aún cierto resquemor…
A Beck le costará un poco (bastante)
convencerla de que se den una segunda oportunidad.
Darcy es alma viajera que se ha
recorrido el mundo. Trabaja de tatuadora hoy aquí y mañana allí. No soporta
estar en Chicago, donde vive el tóxico de su padre (creo que es el villano de
la serie, por lo poco que leí de Playing
with fire).
En cambio, Beck está profundamente
arraigado en la Windy City. Es bombero en la misma estación que sus hermanos, y
no concibe la vida en otro lugar.
La serie gira en torno a los
Dempsey, familia bomberil. Son «hermanos» de acogida, ya que no de sangre. Sean
y Mary Dempsey acogieron en su casa a varios muchachos y una chica.
Aquí te los presentan con alguna
pincelada, sabiendo que cada uno tendrá su novela. Unos aparecen como
secundarios, a otros simplemente se los menciona. Atómica es la abuela de
Darcy, mujer sin filtro; a su edad ya no le cuesta nada (pero nada de nada)
decir lo que piensa.
A Beck lo acogieron los Dempsey a
los trece años, como adolescente problemático y resentido, que había tenido una
existencia difícil. Parece que no tiene nada que ver con ellos pero… Años
después, ya ves, son una auténtica familia, al margen de la biológica.
Todos ellos, con independencia de su
origen cultural, acaban adoptando el lore
y la subcultura irlandesa de sus acogedores, mucho color verde, letras célticas
y tréboles. Vamos, que Beck será boricua, pero también más irlandesón que la
Guiness.
Eso sí, le pone como que alguna cosa
sí que habla en español. A Darcy la llama princesa,
por ejemplo. En general, suena bien, salvo alguna expresión amorosa como «sé
mía»; no sé, a mí no me suena igual que be
mine.
Novela amena, con sus toques de
humor y de sensualidad, ¡y narrada en tercera persona...! En esto, y el tiempo
verbal pretérito, se nota que tiene casi diez años. Qué maravilla, qué gusto,
qué descanso…
El humor lo pone, por ejemplo, el
pique que tienen con otros servicios de urgencias, como la policía.
Sí, porque los policías y los bomberos tienen mucho en común… Ambos quieren ser bomberos.
…
Como se suele decir, Dios creó a los bomberos para que los policías pudieran tener héroes, también.
Pero luego hay réplicas ingeniosas, sin más:
- Con ese conjunto, ¿intentas pillar un resfriado o a un hombre?
- Oh, a un hombre. Definitivamente, un hombre.
…
Eran historia antigua y desenterrar los porqués y los qués sería tan útil como la colección de camisas de Matthew McConaughey.
Bajó un poquito el
aprecio un par de cosas. Una, algo que suele fallar en las historias de
segundas oportunidades. Bien el principio y el final, pero no convence lo de en
medio.
Es lógico que rompieran
en el pasado, no fue una tontería, eran jóvenes y tiene su lógica.
Aquello se superó con
la edad, y su final feliz es creíble, sí.
Ahora, lo que para mí
no se justifica suficiente es por qué no se han buscado en siete años, y que el
reencuentro sea un tanto azaroso.
Dos, también me lo
chafó algo, la parte final, por una cosa que no me suele gustar: una de esas
declaraciones públicas de vergüenza ajena.
Me imagino que a mucha
gente sí les gusta, que por eso lo ponen los autores.
Quizá es que en EE. UU.
no se lleva esto de la vergüenza ajena. Hay quien dice que es un sentimiento
cultural hispano, por ello hay quien la llama Spanish shame
En este artículo queda claro que no es una emoción exclusiva de España. Sólo que aquí lo sentimos más intensamente porque tener más lazos de empatía con los que nos rodean.
Lo que pasa es que las
fuentes que encuentro sobre “Spanish
shame” son españolas. En los textos en inglés se usa la expresión vicarious embarrassment, o del
equivalente alemán, fremdscham.
Quizá los anglos tienen
menos empatía hacia los extraños que los hispanos y de ahí que a ellos esas
declaraciones públicas de amor no les incomoden.
Valoración personal: buena, 3
Se la recomendaría a: quienes gusten de las historias navideñas con toque sexi.
Otras críticas de la novela:
No he encontrado nada
en español. Para ser un relato corto, la verdad es que he encontrado unas
cuantas críticas. En todas ellas, se ve que esta historia gusta y convence.
Gretchen, en About That Story, 5 estrellas.
Harlequin Junkie, 5 estrellas.
Keeper Bookshelf, 5 estrellas.
Becky on Books… and Quilts comenta toda la antología. Y a esta le da 4 ½ estrellas.
Dirty Girl Romance, 4 estrellas.
Dog-Eared Daydream, 4 estrellas.
Ay, qué mal llevo yo lo de las declaraciones públicas de amor... Eso me echa un poco para atrás aunque reconozco que me he cruzado con varios libros de esta mujer y me dan ganas de leerla, lo que comentas de esta novela tiene buena pinta. Ya veré.
ResponderEliminarBesotes!
Me alegro de no ser la única a la que le rechinan los dientes con esto de las declaraciones públicas.
EliminarYo creo que muchas de Kate Meader sí que pueden gustarte. Mira a ver alguna de las que están rebajadas, o en KU, a ver si te va su estilo.