jueves, 23 de mayo de 2019

Crítica: “The other side of us”, de Sarah Mayberry


No están en su mejor momento, y el amor es lo último que necesitan
Harlequin, 1/2013

DATOS GENERALES

Título original: The Other Side of Us
Subgénero: contemporánea
Fecha de publicación original en inglés: 2013
Colección: Harlequin Super Romance (HS) – 1824

NOVELA NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

SINOPSIS (en Fiction Data Base)

Obra de un buen vecino.
La mejor cosa entre Oliver Barrett y Mackenzie Williams es una valla. Desde que los gestos de buena vecindad de Oliver solo reciben respuestas nada amistosas, ha decidido mantener su distancia. Después de todo, él está en la ciudad costera para volver a enderezar su vida. Esto no incluye trabajar duro para conseguir la amistad de Mackenzie, por muy intrigante que sea.
Sus intenciones son puestas a prueba, sin embargo, cuando sus perros se sienten atraídos el uno por el otro. Los dos habilidosos caninos hacen todo lo que pueden para romper las barreras entre las propiedades. Y allí donde van los perros,… sus dueños los siguen. No tardará mucho en surgir una poderosa atracción entre Oliver y Mackenzie. Pronto descubrirán que lo peor de las primeras impresiones pueden llevar al mejor de los resultados posibles.

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?
Estaría entre las diez mil mejores novelas, porque ganó en la encuesta anual de All About Romance de 2013 al mejor romance genérico, y tuvo una máxima puntuación en la página web Romance around the corner.

CRÍTICA

Vamos a hablar de este Harlequin Superromance muy bien escrito, con personajes atractivos y una historia sencillita. Dos personas se conocen, chocan al principio, pero pronto empiezan a sentirse atraídos el uno por el otro. Como tienen ciertos problemas personales, lo suyo no es fácil, pero tendrán su final feliz.
Por un lado tenemos a Mackenzie, una productora televisiva que tuvo un grave accidente de tráfico hará cosa de un año. Pensaron incluso que no volvería a caminar, pero poco a poco, con rehabilitación, va ganando más capacidades. Aunque aún no está al cien por cien, ya se pone nerviosa porque ve peligrar su empleo.
Está en una ciudad costera del sur de Australia, en una casita junto a la playa, para centrarse en su rehabilitación.
Lleva allí varios meses cuando de repente le viene un vecino. Un tipo bastante atractivo, pero que cuando viene a llamar a su casa, ella acaba dándole con la puerta en las narices.
Es un malentendido, no es que sea grosera, es que en ese momento tiene que hacer algo más urgente, y con el tiempo se disculpará.
El límite entre sus propiedades es una valla con algunos agujeros que aprovechará el perro de Mackenzie para irse a intimar con la perrita de Oliver. Este tema de los perros les hará chocar un poco, pero acaban dándose cuenta de que el otro es alguien que merece la pena conocer un poco más, aunque sea por el breve tiempo que coincidan juntos.
Porque sí, no solo Mackenzie tiene la idea de estar ahí un poquito más hasta terminar la rehabilitación. Oliver está ahí lamiéndose las heridas en medio de un divorcio. Descubrió de la manera más tonta que su mujer le lleva poniendo los cuernos durante años, y ha decidido que lo mejor es que haya tierra de por medio.
Así que, como se ve, son dos personas heridas que están luchando consigo mismos, con todo ese bagaje lastimoso que acarrean. Pronto se sienten atraídos el uno por el otro, y actuarán en consecuencia.
Lo que más me gusta de esta novela es la naturalidad de sus conversaciones, lo bien que lo llevan. Oliver es totalmente beta, comprensivo con Mackenzie, la apoya en lo que puede y, cuando tiene un bache, sabe reconocer que no es tanto cosa de Mackenzie, sino de su propia alma dañada, sus rollos mentales, lo que provoca su malestar.
¡Qué diferencia con tantos héroes dañados que parece que el mundo tenga la culpa de cómo se sienten…!
Este no se engorila con el mundo, no, admite que es él mismo quien igual no está preparado para una nueva relación teniendo tan reciente la ruptura con su mujer.
Claro que ella tampoco le queda a la zaga. Dolorida, angustiada por su vida (¿hasta dónde podré recuperarme, perderé mi trabajo, qué hará si lo pierdo…?) Mackenzie consigue ser adulta, serena, aceptar su propio deseo y lanzarse a la conquista de Oliver.
El estilo, muy convincente, con diálogos que suenan muy de verdad. No hay mucha más trama, así que tampoco voy a profundizar más al respecto.
Al principio, me costó entrar en la novela. Creo que no se debe en sí a la novela, sino a que justo coincidió con unos días en que yo tenía un problema serio en el trabajo y no dejaba de darle vueltas a la cabeza, rumiando una y otra vez, con un estómago hecho un nudo,… Sabéis a qué tipo de momento me refiero, ¿verdad?
Las cosas luego se solucionaron, más o menos, por ahora, y me dio pena haber perdido la oportunidad de disfrutar de una sincera y pequeñita historia de amor de calidad.
Eso sí, creo que en cualquier circunstancia me habrían aburrido bastante todas esas escenas con los perros como protagonistas.
Valoración personal: buena, 3

Se la recomendaría a: quienes gusten de historias sencillas y cotidianas.

Otras críticas de la novela:

Solo he encontrado críticas en inglés.
Romance around the corner, 5 estrellas
Entrevista con Sarah Mayberry con motivo de la publicación de esta novela. 
Some like it read, 4 estrellas
Lexie firma la crítica de (Un)conventional Book Worms
Book. Lists. Life. resume su experiencia: fue bueno, pero no grande, y no es probable que vuelva a buscar algo más de Sarah Mayberry. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario