miércoles, 19 de agosto de 2020

Crítica: “The pursuit of…”, de Courtney Milan

 

¿Strike tres?

 

DATOS GENERALES

 

Título original: The pursuit of…

Subgénero: histórica / Guerra de la Independencia estadounidense

 

Fecha de publicación original en inglés: [en la antología Hamilton’s Battalion] octubre de 2017; [en eBook individual] junio de 2018

 

Parte de una serie: #2.5 de la Worth Saga

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL

 

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

 

¿Qué tienen en común un soldado estadounidense negro, licenciado por enfermedad en Yorktown, y un oficial británico blanco que deserta de su puesto? De hecho, bastante.

      Cada uno intentó matar al otro la primera vez que se encontraron.

      Es probable que lo vuelvan a intentar en algún momento del viaje de ochocientos kilómetros que, inexplicablemente, comparten.

      No se están enamorando el uno del otro.

      No se están enamorando el uno del otro.

      No… Oh, no.

 

The pursuit of... narra el lío amoroso entre dos hombres y la Declaración de Independencia. Es una novela corta de alrededor de 38.000 palabras.

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

 Sí, entró en mi lista de las mil mejores, actualización de 2019, en el puesto 527. Tuvo buenas críticas (DIK A en All about romance, Llama Reads Books, 5 estrellas). Con el resto de la antología, tuvo calificación de A en Smart Bitches Trashy Books y de 5 estrellas en TBQ’s Book Palace. Al final del año 2017, varias personas la escogieron entre sus favoritos del año (Em, de AAR, Rudi de Book Thingo y Romance Novels For Feminists). Y fue finalista a los que ya debemos considerar extintos premios RITA; ahora serán –tengo entendido– los Vivian.

CRÍTICA

 John y Henry no se encuentran en la mejor de las circunstancias. Se está desarrollando la batalla de Yorktown (1781), en la que los independentistas estadounidenses y sus aliados franceses se enfrentaron a los británicos. Los franceses emprendieron la toma del reducto 9 y, a su lado, las tropas de Hamilton se lanzaron a por el 10; todo ello, en una acción nocturna.

 Pues bien, en mitad de toda esa melé, el cabo John Hunter se topa con un oficial inglés (Henry Latham) que va a lo suyo en el campo de batalla, principalmente pasar de todo. John intentará matarlo, aunque la cosa no sale del todo así. Este oficial británico es un tiarrón bastante grande con una verborrea aún mayor.

 Por cosas de la vida, acabarán yéndose juntos de viaje, pues John quiere regresar con su familia. Está tremendamente preocupado por lo que les haya podido pasar. Y Henry no tiene el menor interés por regresar a la isla de Gran Bretaña.

 El roce hace el cariño, y a pesar de la hostilidad de John hacia Henry, al final caerá rendido a su incesante parlar, su buen talante, un auténtico jolly good fellow, quizá no demasiado listo.

 Pero, ¿qué futuro pueden tener estos dos chicos, que pertenecen a países diferentes, y que tienen distinto color de piel?

 Pues si quieres saberlo, nada, a leerte el libro. Tampoco voy a entrar en mucho detalle porque, al fin y al cabo, es una novelita de 146 páginas y no se trata de destriparlo todo.

 Hay en este relato una maravillosa historia de amor entre dos tipos que realmente te caen bien. Por un lado, uno (Henry) muy hablador, que miente fatal y resulta totalmente adorable y, por otro John, un hombre estoico, bastante callado, que rumia sus propias preocupaciones mientras mira alucinado a este loro acuático con el que comparte ruta.

 Las acciones, y los sentimientos, de cada uno, son perfectamente explicables por su propia historia. No son los mismos al final del libro que al principio, y eso se debe en gran medida por haberse conocido y enamorarse el uno del otro.

 La tensión romántica es estupenda. La sexual, hasta cierto punto, también. La parte de sexo explícito, sin embargo, que es algo que le suele salir bien a Courtney Milan, aquí me pareció un poquito acartonada.

 El problema que he tenido yo con esta novela es que esa magnífica historia de amor está perdida en una farfolla política que te distrae y no se mezcla con naturalidad en el relato. Es como si estuviera contando algo muy atractivo y, de repente, lo para todo para echar el sermón

 Y todo con la sutileza de un martillo. No sé, los martillos pueden romper cabezas, pero hasta la fecha no creo que hayan conseguido meter en ellas idea alguna.

  No me gusta que me sermoneen, ni siquiera con ideas que yo puedo compartir, como es el caso. A quien no las comparta, ya directamente les resultará muy irritante.

 Aparte de eso, reconozco que el humor que le quiere meter Milan no funciona conmigo. Lo dicho, tiene la misma gracia que un belga por soleares.

Hay cosas como por ejemplo el título, the pursuit of happiness. Es una frase muy famosa en el constitucionalismo liberal burgués, porque reconoce a cada ser humano dignidad suficiente para que se le reconozca el derecho a buscar su propia felicidad. Solo que como lo escribió Jefferson, que tuvo esclavos, no puedes admirarlo. Nunca entenderé ese presentismo. Sí, la gente contraria a la esclavitud es aquella época son más admirables, pero eso no significa que no valores lo positivo que hizo alguien hace años solo porque otros aspectos de su personalidad parezcan, desde la perspectiva actual, deleznables pero fuera lo normal por entonces. 

La cosa es que como no es políticamente correcto admirar la obra jeffersoniana, estos se dedican a flirtear diciéndose alternativas al pursuit of happiness, sin darse cuenta de que con ello, en realidad están confirmando el valor del hallazgo expresivo de jefferson. Inconscientemente, están reafirmándolo. Y, la verdad, me parece muy tonto tontear mencionando normas jurídicas. Tres décadas más tarde, tenemos en España La Pepa, que contiene expresión también muy conocida de que los españoles de ambos hemisferios... tienen la obligación de ser justos y benéficos. Me imagino una romántica ambientada en aquella época en la que los protas se enamoren haciendo variaciones sobre el ser justos y benéficos. A mí, personalmente, me suena ridículo.

Igual es el problema que precisamente por haber estudiado Derecho, no le veo demasiado romanticismo a este tipo de lenguaje.

 Vuelvo al hilo, que me pierdo. Me preguntaba yo cuándo emprendió Courtney Milan un rumbo en el que no soy capaz de seguirla. Me temo que fue a partir de esta historia. Hace referencia, al final de la historia, a la elección de Trump, y tengo la impresión que a partir de ahí (noviembre de 2016) decidió ser más combativa en sus escritos…

 Es algo legítimo, por supuesto, pero mirad, la novela de tesis rara vez alcanza nivel literario. Al menos, esa es la impresión que me queda a mí, después de leer mucha, –pero que mucha– paja ideologizada de derechas y de izquierdas.

 ¿Hacen falta este tipo de historias? Sí.

 ¿Conviene tener voces fuertes como las de Courtney Milan defendiendo buenas causas? Sí, también.

 Pero hay que hacerlo mejor. Mucho mejor.

Siempre en mi opinión y desde mi perspectiva personal como mera lectora de libros producidos en otro continente, por lo que puede que haya sutilezas que se me escapan.

 Con esta crítica cierro un ciclo. Después de Sandra Brown y Lisa Kleypas, Courtney Milan es la tercera de mis favoritas de las que reviso toda su producción.

 Sus novelas me han enamorado desde que la descubrí con El affaire de la institutriz. Me encanta su mezcla de historia, feminismo, la conciencia social, etc. cuando la metía hábilmente en sus relatos, vividos por personajes poderosos, emocionantes, tan reales que parecía que tenían que existir en algún lugar.

 No encuentro eso en las últimas cosas que ha escrito, y ya lo siento. Sinceramente, no sé qué haré con la siguiente cosa que publique, si es que alguna vez lo logra.

Me temo que ya está en strike tres (tercer chasco que me llevo con una historia suya) y ya no será autora autobuy para mí.

 Mi impresión es, como ya he comentado más arriba, que es ella la que ha emprendido un rumbo donde yo no puedo seguirla. Pero admito que puedo estar equivocada y que sea ella quien permanezca fija y yo la que busco ahora algo diferente.

 Valoración personal: meh, 2

 Se la recomendaría a: puf, no sé,… a los fans de Hamilton (el musical).

 Otras críticas de la novela:

 Como no está traducida, es lógico que no haya encontrado críticas en español.

 Voy con lo que he encontrado en inglés.

 Empiezo con tres críticas de toda la antología Hamilton's Battalion: A Trio of Romances:

 A en All About Romance

 5 estrellas en TBQ’s Book Palace

 Y otra A en Smart Bitches Trashy Books

 Paso a reseñas en concreto de este relato:

 Para Llama Reads Books, mereció 5 llamas

 En The Smut Report la crítica también es muy positiva. 

 En cambio, la experiencia de Mrs. Giggles (quien –lo advierte ella misma–, no es de piel blanca), ha sido más como la mía y le puso al relato 2 Oogies, aludiendo a que a la autora se le olvidó bajar del púlpito cuando dejó de tuitear y se puso a trabajar en esta historia.

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