jueves, 7 de septiembre de 2023

Crítica: “Fireworks”, de Sarina Bowen


Una de las que más me ha gustado de True North

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Fireworks

Subgénero: contemporánea/NA

Publicación: 2018

Parte de una serie: True North #6

Páginas: 308

1.ª edición: Barnes & Noble (Trade Paperback)

ISBN13: 9781987010268

 

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Skye Copeland ha tenido que tomarse unos días de permiso, obligada, en el trabajo, después de dibujar accidentalmente un pene en el mapa de tráfico. ¡Como si fuera su culpa que el patrón de tráfico creara una perfecta polla!

Skye no se ríe. Necesita este trabajo. Es la única razón por la que está dispuesta a buscar una historia en el lugar que menos le gusta de la Tierra: ese infierno conocido como Vermont.

Un viaje rápido. Ir y volver. Al igual que… no importa. Puede escabullirse en la ciudad que una vez intentó romperla, obtener la historia y volver a caer en la buena voluntad de su productor. Pan comido.

Pero las cosas se tuercen en el momento en que cruza la línea del condado. Su hermanastra huye de un traficante de drogas violento. Y el policía del caso no es otro que Benito Rossi, el hombre que rompió el corazón adolescente de Skye.

Sus ojos marrones oscuros aún la desgarran. E incluso mientras se arma de valor para finalmente regañarlo después de doce años, los viejos fuegos artificiales todavía están allí.

Las cosas están a punto de explotar.

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Bueno, está bastante bien, en torno al puesto 1600 de mi base de datos, gracias a las excelentes críticas que ha obtenido. Amy Dickinson le dio 5 estrellas, lo mismo que Kimberly Faye y Simply Love book Reviewws y TBQ’s Book Palace. Es una de las novelas favoritas de Natasha is a Book Junkie. Y tiene dos tópicos atractivos, friends to lovers y second chance.

 

CRÍTICA

Sigo con True North, aprovechando que está en KU. Contemporáneas en estilo NA sobre un rinconcito de Vermont, estado norteño limítrofe con Canadá.

Esta es una de las novelas que he disfrutado más. Los protagonistas se criaron en eso tan estadounidense como es un parque de caravanas, donde vive la gente pobretona.

Los Rossi son una familia con un padre missing y una madre muy trabajadora, con su porrada de hijos. Unos cuantos protagonizaron entregas anteriores. Benito Rossi salía como secundario, tierno con su sobrina Nicole y protector con sus hermanos, estando especialmente cercano a su melliza Zara.

Te cuenta la historia en dos tiempos: «ahora» cuando Benito tiene 30 años, y «antes», hace doce años, cuando tenía dieciocho.

Es entonces cuando llegó al parque de caravanas Skye Copeland, de dieciséis. Su madre la lleva de acá para allá, según el novio que tenga a cada momento. Aquí la arrastra a vivir con un exmarido, Gage, policía bastante desagradable que da muy mal rollo por cómo trata a Skye y a todas las jovencitas de los alrededores, incluida Zara Rossi.

A Benito ella le gusta desde el primer momento. Pero dada la diferencia de edad, y su situación familiar, opta por convertirse en su amigo. La intenta ayudar y proteger. Lo que no quita que tengan su momento romántico. Él la invita a ir al promgrad: baile de promoción y de graduación en un solo evento.

Solo que, llegado el día, Benito no aparece.

Entonces Skye se marcha del pueblo.

Doce años después, Skye es una periodista de 28 años. Después de dibujar, accidentalmente, un pene en pantalla, le obligan a tomarse unos días de permiso.

Lo aprovecha para ir a Vermont. Su hermanastra la llama. Es una muchacha no muy estable, y, a las primeras de cambio, la deja un poco colgada.

Así se reencuentran Skye y Benito, ahora policía antidroga.

Que, casualmente, está investigando a aquel padrastro de Skye que da tanto repelús.

Es un friends to lovers porque Benito y Skye fueron amigos, muy estrechos, y al reencontrarse, vuelven a sentir esa intimidad que los unió con bastante facilidad. Notas que cuando eran jovencitos sentían aprecio el uno por el otro, que podría haber algo romántico, pero no se lo permiten ellos mismos.

También un second chance, que soluciona muy bien los tres aspectos del tópico. Es lógico que rompieran de jóvenes, porque ella se largó, sobrepasada por la situación y sintiéndose en peligro en esa casa con ese poli asquerosillo.

Lo que los separó está superado ahora, siendo los dos ya personas adultas. Son, lo han sido siempre, el uno para el otro.

Lo siento, cariño. Algunas cosas son verdad, sea conveniente o no… [Uno] El calentamiento global. [Dos] Las familias neuróticas. [Tres] Que, accidentalmente, he comprado café en grano en lugar de molido. Así que, después de todo, no podremos hacer café hoy. Cuatro: tu hermanastra es poco de fiar y hace las cosas lo más complicado posible. Y quinto: te quiero desde el primer día que te conocí. Eso no va a desaparecer nunca.

Por último, hay razones para que estuvieran separados tanto tiempo, aunque no hayan dejado de pensar el uno en el otro. Cada uno atribuye la ruptura al otro, y eso los dejó dolidos.

Skye, especialmente, siente que Benito la hirió a conciencia, en todos sus puntos vulnerables. A pesar de que ha transcurrido más de una década, le sigue doliendo.

¿Cuándo prescribe un corazón roto? No creo que el mío haya acabado aún.

Benito aceptó que ella lo dejase, porque aquel amor era inoportuno. Él tenía sus propios planes de ir al ejército y luego hacer otras cosas. No la buscó porque creyó que ella estaría feliz así, incluso con otros hombres, con una vida satisfactoria.

Luego se ve que no. Aunque le gusta el periodismo, el trabajo concreto que tiene le parece horrendo y poco valorada. Y de su vida sexual y sentimental, mejor no hablar.

Creo que esta novela me ha gustado por el cariño que le coges a los personajes.

Sabe meter en segundo plano el elemento de suspense. La delincuencia gira sobre droga adulterada que provoca muerte en los adictos. Benito sospecha que quien la mete en Vermont es justo Gage, el expolicía repugnante. Además, de alguna manera tiene participación la hermanastra de Skye.

A Skye esta gente le da mal rollo, auténtico miedo. Sufre por su hermana y al mismo tiempo teme reencontrarse con Gage. Sin desvelar mucho, sí que ves la repugnante tensión sexual del padrastro con ella, y eso da pie a que Benito le explique algo que una terapeuta les explicó en un seminario de policías sobre el abuso sexual.

Dijo que el sexo es como una habitación privada en tu alma. Los niños no entran en esa habitación, porque son demasiado jóvenes para darse cuenta de su existencia. Los adolescentes lo exploran a su propio ritmo… Dijo que la experiencia sexual se supone que es como una habitación que es tuya para decorar como quieras. Sin interferencia de nadie más… Algunos instalan una bañera y un columpio de terciopelo, otros son más cautos… [En el caso del abuso sexual, no tienes ni siquiera la oportunidad de amueblarlo a tu manera] Forzó tu espacio seguro, y volcó los muebles, y llenó de mierda las paredes.

Una persona puede quedar traumatizada por la forma en la que se le presenta el sexo de niña, antes de tiempo. No hace falta que haya una agresión física. Eso explica de manera gráfica esto de hablar del sexo como una habitación propia.

Cada persona tiene que darse cuenta de que esa habitación existe en el momento adecuado para él. Luego lo explorará a su ritmo y lo decorará como mejor le venga.

No debemos forzar a nadie a que reparen en su existencia, ni imponerles una manera de amueblarla.

Me hace preguntarme si, como sociedad, lo estamos haciendo bien, si realmente les estamos dejando a los adolescentes, explorar eso a su manera y a su ritmo.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes gusten de las historias tiernas entre dos que se han querido siempre, pero eran demasiado jóvenes cuando se conocieron.

Otras críticas de la novela:

No he encontrado nada en español.

Natasha is a Book Junkie, 5 estrellas

Pat, en TBQ’s Book Palace, 5 estrellas

Ava, en Simply Love Book Reviews, 4.5 estrellas

Book Binge, 4.25 estrellas

Angel Reads, 4 estrellas

A Novel Glimpse, 4 estrellas

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