Suspense correcto, ambiente ochentero
Atrapada
Brazen Virtue
Por Nora
Roberts ‧ Fecha: mayo de 1988
La leí por vez primera hace más de veinte años, en
un ejemplar que ya entonces era de segunda mano. Por aquel entonces yo vivía en
Barcelona, y la compré en la Llibreteria Salas. Lo sé porque tiene un sello en
la primera página, y pone 300. O sea, que me costó 300 pesetas (1,80 € al
cambio).
Me gustaba mucho esta pequeña librería, Salas
Llibreteria, que estaba en la Rambla y me sirvió para adquirir más de una
novela romántica y de otro tipo, en inglés. De hecho, ahí compré el primero que
tengo de Sandra Brown. Siempre la recordaré con cariño. He visto fotos de los
dueños y me doy cuenta de que reconocí a Manel Gràcia, aún me acordaba de su cara, hoy, más de
dos décadas después.
Veo en internet que cerró el 31 de agosto de 2017, y que siguen atendiendo en línea, Lleixiu Llibres.
Bueno, pues esta es una de las novelas que adquiría
allí. La debí leer en su momento, pero no me acordaba de nada. Ahora, después
de haber leído la primera de esta dulogía D.C. Detectives #2, me apetecía
releerla, a ver qué tal.
Grace McCabe (cerca de 30 años) es una novelista de
éxito, dedicada al género de suspense. Está de visita en casa de su hermana Kathleen,
en Washington. Son muy diferentes. Grace intenta llevarse bien, aunque su hermana es algo borde. Yo no sé si te la ponen así porque es la primera víctima
del libro, para que no la cojas mucho cariño.
Grace es entusiasta, le gusta la gente, ha tenido
éxito en la vida, deja volar la imaginación, pero trabaja con disciplina.
Parece que todo es fácil en su vida, pero sí que se lo ha currado, tampoco es
que le hayan regalado nada.
El palo le viene cuando muere su hermana,
violentamente, y es todo un choque. Por primera vez en su vida, algo se le
tuerce y no puede arreglarlo.
Por suerte para ella, justo al lado vive Edward
Jackson, un policía guapetón, y muy agradable al trato que la ayuda a
sobrellevarlo. Es un tipo minucioso, tranquilo, un contraste con su compañero
Ben, el protagonista de la primera de la dilogía.
El misterio radica más en saber cómo van a pillar
al malo, no en cuanto a su identidad, ya que esta la sabes desde bastante
pronto. Un grillado más. Van siguiendo las pocas pistas que tienen.
Me convence poco la forma que tiene Grace de
entrometerse en la investigación policial. Hizo lo mismo Tess, la heroína del
anterior libro de la dulogia, y que aquí aparece también, muy dispuesta a acudir con
la policía a atender a la víctima o a quien sea, en algo que a mí me resulta
algo incómodo, es como abogados persiguiendo ambulancias. Ya sé que no es así,
pero suena un poco aprovechado.
Esta novela ganó el premio Golden Medallion en
1988, en la categoría se suspense. ¿Y eso qué es, diréis? Bueno, es un premio
que la RWA daba antes del RITA (que luego un año fue llamado Vivian). Hoy ha
desaparecido. La gente a veces es así, se pega tiros en el pie y para evitarse
dolores de cabeza prefieren cortársela.
En resumen, a lo que voy. Esta es una historia muy
competente si quieres darte un paseo por los ochenta. Se nota en unas cuantas
cosas. Te hablan de la URSS, de los misiles de medio alcance, ella fuma sin
complejos y los riesgos del SIDA hicieron más atractivo el sexo telefónico.
Ella le besa sin pedir permiso, porque así eran las cosas en los ochenta: tú
tira p’adelante, que si no quiere ya
te dirá que no.
Resulta entretenida, sin ser de lo mejor de Nora
Roberts.
Mi experiencia: buena, 3 estrellas.
1.ª edición, 5/1988
Bantam
Print /
eBook / Audio
Parte de una serie: D. C. Detectives #2
Páginas: 279
ISBN13: 9780553272833
En España:
ISBN 13: 978-84-9032-342-7
Traductora: Raquel Vázquez Ramil
6/2013, Debolsillo
Descripción: 288 págs.
Colección: Best seller
Dos críticas, muy positivas, en El rincón de la novela romántica.
Acabo de leer la reseña que hice en su día porque no me acordaba demasiado de la historia aunque estaba segura de haberla leído. Me gustó, aunque es verdad que no está entre las mejores de la autora.
ResponderEliminarSí, eso es. Literalmente poco memorable. Ya ves que me pasó lo mismo: la leí hace años, y no me acordaba tampoco de nada.
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