Crítica: “Beauty and the Blacksmith”, de Tessa Dare

 

Relato corto con una historia dulce

 

Beauty and the Blacksmith

 

Por TESSA DARE ‧ Fecha: mayo de 2013

 

Me encanta esta serie de Cala Espinada. Aunque no todas las historias sean sobresalientes, siempre agradan y pasas un buen rato.

En las novelas largas precedentes vimos a una de las residentes en esta localidad, Diana Highwood (23). Es la más guapa de las hermanas Highwood. Tanto, que su madre tiene para ella la mayor de las ambiciones. Se casará con un noble, y cuanto más alto, mejor. Nada menos que un duque, seguro.

Diana ha acabado en Spindle Cove por tener una salud aparentemente frágil. Si he entendido bien, sufrió uno de esos asmas de infancia que desaparecen cuando se llega a la madurez.

Aunque su madre quiere que enlace con la aristocracia, lo que a ella le gusta, en realidad, es algo diferente: el recio pero atractivo Aaron Dawes (27).

Trabaja como herrero, aunque también hace joyería fina. Como era propio de la época, y pasaba con barberos y profesiones similares, actúa como cirujano, como se vio en la primera novela de la serie, cuando hubo que realizar una amputación. Sorprendentemente, a su lado, echándole una mano, estaba Diana, que no se dejó apabullar por algo tan gore.

La atracción entre Diana y Aaron, dicho sea de paso, es mutua.

En los otros libros se entreveía que se habían fijado el uno en el otro. Y se llevaban bien. Lo suyo, desde el punto de vista emocional, es fácil. Se gustan, se tratan y se enamoran. Son muy compatibles.

El problema es, obviamente, la diferencia de estatus social. Y las ambiciones maternas con respecto a Diana. ¿Cómo va a permitir que su hija se case con un herrero de pueblo?

La decisión es, obviamente, de Diana. Es ella la que tiene que elegir. Aaron es tu delicioso tipo beta, que ayuda a Diana en lo que puede, está a su lado, apoyándola en lo que ella prefiera en su vida.

Hay un momento en que él le dice:

—Escucha… Sé que has estado viviendo en una especie de jaula. Y esta noche, parece que has descubierto que todo el tiempo, la llave ha estado en tu poder. Te mereces un poco de rebeldía, pero no puedo ser yo. No puedo ser el hombre del que te arrepientas al despertar.

Esta es una historia corta, pero no realmente un cuento, sino una novela en torno a doscientas páginas, que es más o menos lo de un harlequín largo. Esta extensión da tiempo a que los personajes se desarrollen. Además, como ya conocías a los personajes de antes, no tienes la impresión de apresuramiento que perjudica muchos relatos. Tiene longitud suficiente para profundizar en la relación entre estos dos.

Lo dicho, una historia muy agradable de leer. Luego es cierto que te quedas con la impresión de que, en el fondo, no tiene nada especial.

Claro que tiene cosas que la recomiendan y que no es tan fácil encontrar a día de hoy:

1.º Histórica de calidad y narrada en tercera persona,

2.º Tensión emocional (estos dos llevan dos años mirándose con ojos tiernos sin confesar sus sentimientos),

3.º Sexo el justo y bien contado (o sea, nada de excesos chorreantes y sí, en cambio, pasión física entre dos personas que se aman).

Así que me ha encantado pasar un tiempo con Diana y Aaron, personajes de esos que te caen bien y tienen un final feliz muy creíble.

Mi experiencia: buena, 3 estrellas.

 

eBook / audio / paperback, 208 páginas

Harper Collins (mayo/2013)

Parte de una serie: Spindle Cove #3.5

 

Addicted to Romance, 5 blossoms, que alaba la capacidad de Tessa Dare para «crear historias bellas, llenas de romance, humor ingenioso y escenas divertidas que casi parecen vívidas y relaes».

 

NO TRADUCIDA AL ESPAÑOL… pero la puedes encontrar en portugués: A Bela e o Ferreiro (Spindle Cove, #3.5).