Ochentera, con algún momento duro
DATOS
GENERALES
Título original: Sacred
sins
Subgénero:
suspense romántico
Fecha de
publicación original en inglés: 1987
Páginas:
368
Parte de
una dulogía: D. C. Detectives #1
Edición
en España:
Título: Polos
opuestos
Traductor:
Sergio Lledó
Edición:
1ª ed., 1ª imp.
Fecha
Edición: 2/2013
Publicación:
Random
ISBN 13:
978-84-15725-01-5
Páginas:
384
SINOPSIS (en La Casa del Libro)
Las
investigaciones para dar con un asesino perturbado unirán los caminos de una
bella psiquiatra y un taciturno detective. Son opuestos en tantas cosas..., y
sin embargo eso solo atiza más las llamas de la atracción.
Una serie de asesinatos mantiene en vilo
al departamento de policía de Washington y más concretamente al detective Ben Paris. Uno tras otro, los cadáveres
de mujeres rubias y de complexión ligera aparecen estrangulados en distintos
puntos de la ciudad. Ninguna de ellas presenta signos de violencia. El arma
homicida siempre es la misma, una prenda marcada con una cruz. Sobre los
cuerpos, una nota: «Su pecado le es perdonado». Ningún otro vínculo parece
relacionar las distintas muertes.
Sin más pistas a las que aferrarse, Ben
Paris no tiene más remedio que colaborar con la distante y prestigiosa
psiquiatra Tess Court, quien no
tarda en trazar el perturbador perfil de un alma torturada. Pero al mujeriego y
atormentado detective le cuesta concentrarse. Está distraído por esa mujer tan
fría y calculadora que no para de desafiarle con sus ridículas teorías. No
podrían ser más incompatibles y, sin embargo, ninguno de los dos puede evitar
embarcarse en un peligroso juego de atracción y deseo que les impedirá ver lo
que resulta evidente: Tess es rubia, Tess es frágil, y su nombre aparece en la
lista de un hombre que solo tiene una misión: salvarla de sus pecados.
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Sí, estaba en el número 772 de
mi lista de Las mil mejores novelas románticas, versión de 2017. Luego ya ha
ido bajando y hoy estaría en torno al puesto 2.400, o sea más abajo. Tiene
crítica de DIK A- en All About Romance. En El rincón de la novela romántica
apareció entre lo mejor del año cuando la tradujeron en 2013. Para Anne, que
escribe (o escribía) para All About Romance, está entre sus favoritas de toda
la vida. Nicole, a quien sigo en Goodreads, le pone cinco estrellas. Y es uno
de los libros recomendados por Lady Marian, aquella bloguera argentina de la
que no supe más y su blog actualmente está cerrado al público en general. Una
pena, con lo que me gustaba…
CRÍTICA
Aunque Nora
Roberts ya no sea una de mis favoritas, sí que agradezco leer de vez en cuando
alguna de sus novelas de suspense, aunque sean del año de la polka.
Que esta es
una novela antigua se nota desde el principio. No hay, por ejemplo, trigger warnings. Se creía entonces que
el lector adulto no necesitaba que lo trataran como niño de guardería, ni que
las obras de ficción le fueran a descomponer el ánimo. No se le ocurre echar la
culpa al autor por no avisar si hay algo desagradable. Si no le gusta lo que
lee, lo deja y ya está.
Que la vida
no son unicornios y arcoíris.
Como le oí a
un señoro en internet el otro día, «la vida es dura, cómprate un casco».
Benjamin James Matthew Paris (34), metro ochenta y cuatro de poli
cachas, algo machista, recuerda un poco a los que puedes encontrar en una
novela de Linda Howard. Como detective de homicidios, le importan poco las
interioridades del delincuente, solo sabe que hay que detener a los que hacen
el mal, dañando a otras personas.
La
psiquiatra Teresa Court (29) no
desentonaría en una de Sandra Brown. Es de esas mujeres elegantes que no se
despeina ni cuando se da un revolcón en la cama. Contenida, controla sus
emociones, lo cual no significa que no las tenga. Asume que son suyas y ella es
la responsable de gestionarlas, sin exhibicionismos ni culpabilizando a otros.
(Porque sí, hubo una época en que responsabilidad emocional quería decir hacerse cargo por completo de las emociones personales, sin culpar a otros de ellas).
El misterio gira
en torno a un asesino de mujeres. La policía recurre a Tess para hacerle un
perfil psicológico. Entender cómo le funciona la cabeza igual les da pistas
para atraparlo. Se preguntan por qué comete estos crímenes tan raritos,
estrangulando mujeres con un amito de sacerdote católico y dejando una nota sobre
los cuerpos.
Ben, que
recela de los psiquiatras, no le encuentra utilidad, y así se lo dice a Tess.
Son dispares.
Ben: muy «sal de la tierra», de clase normal-baja y familia católica, duro y sin relaciones estables. Solo quiere detener al malo.
Tess: una metodista de buena familia, nieta de un senador, siempre perfectamente compuesta, por dentro y por fuera. Al malo, Tess quiere detenerlo, y, si es posible, que reciba tratamiento para su perturbación mental.
Son dos «Polos
opuestos» que se atraen. Curioso, en España han preferido un título sobre la
dinámica ente los protagonistas. En cambio, el original se refiere más al suspense:
Sacred sins («Pecados sagrados»).
La fe, lo
sagrado, la idea del bien y del mal desde una perspectiva católica, tiene
relevancia dentro de la trama de suspense. Las novelas de este género plantean
un juego al lector, a ver si averigua quién es el malo. Para que no haya
trampas, en vez de ser un tipo random
de la calle, como es buena parte de las veces en el mundo real, en el cerrado
universo de una novela, tiene que ser alguien que el lector conoce, algún
personaje, por muy secundario que parezca.
Aquí también
es así y no, no averigüé quien era el responsable de los crímenes.
Como es propio
en La Nora (la «reina del competence porn»),
Ben y Tess son muy buenos en lo suyo. Ves cómo trata Tess a sus clientes,
incluido un niño de catorce años que sufre depresión, y cómo Ben investiga
crímenes, metódicamente, con trabajo constante y también corriendo peligro.
Trabajan y
piensan, reflexionan sobre lo que viven. Hablando con su abuelo sobre el crimen
y cómo trata el sistema a los criminales, éste le dice:
Cada hombre, mujer y niño en este país se merece asistencia letrada y un juicio justo. El abogado puede que no crea en su cliente, pero tiene que creer en la ley.
Qué idea más
bien expresada. Algún abogado me ha dicho que siempre les preguntan cómo pueden
defender a gente que ha hecho cosas malas. Ellos suelen decir que todo el
mundo tiene derecho a una asistencia letrada, no solo los inocentes.
Tienen que
creer en la ley, aunque no forzosamente en su cliente.
En los
ochenta, como ahora, se cuestionan sobre la forma más adecuada de evitar
delitos cuando el delincuente tiene problemas mentales. Muchos delitos se
explican por adicciones y trastornos de personalidad, o al menos yo lo veo así,
desde fuera, aunque claro, no soy médico forense.
Tess diferencia
entre culpabilidad y responsabilidad, hablando de veredictos de no culpabilidad, algo muy de su derecho
penal, no del nuestro.
«No culpable por locura». ¿No debería ser no responsable? Abuelo, él es culpable de asesinar a esas mujeres. Pero no responsable.
La trama de
suspense funciona muy bien. Te entretiene ver trabajar a los personajes. Aparte
de esto, hay algo muy atractivo en esa novela: la ambientación ochentera.
No es que la
autora la ambientase en esa década. Es que la escribió y publicó entonces. Era
contemporánea y ahora nos parece histórica. Pasa un poco lo mismo con Jane Austen,
que hablaba de sus coetáneos y a nosotros nos parece histórica.
Polos opuestos tiene ese aire brutal de gran ciudad despiadada de
las pelis de un Harry el Sucio, drogas y alcohol, desesperación y locura.
Cuando el cine era feo, aunque eso más en los setenta que en los ochenta.
Notas mucho
que es de entonces por cosas como que Ben fume como un carretero o Tess lleve
abrigos con piel. En vez de móviles o internet, usan tocadiscos y máquinas de
escribir. Se habla de Alemania Occidental…
Y si un tipo te invita a su casa a la última copa, asumes que en realidad te está ofreciendo sexo. Es un código cultural de la época.
Creo que en el franquismo era subir «a ver su colección de cuadros».
Ahora supongo que se invitará a ver Netflix.
Una última
cosa. La Nora dedica esta historia a su madre. Me pregunto qué parte de estas
historias y desgracias serán biográficas de su madre.
Valoración personal: notable, 4
Se la recomendaría a: nostálgicos de Canción triste de Hill Street.
Otras críticas de la novela:
En español, tenemos cinco críticas en El rincón de la novela romántica, que en general la consideran muy buena.
La página 17 le da un 7/10.
En mil batallas, positiva.
Vamos a por las críticas en inglés.
All About Romance, DIK A-.
Ink Votary, 5 estrellas.
Menos favorable, Cannonball Read la leyó en 2021, que considera que es un «dated serial killer drama».
💙 👤 👩 💅 💛 😈 🌛😁 💆 💔 💋 💅 😞✨ 😵 💘 😹 🌞 🌖 ⭐ 💗
Es curioso,
pero esta novela me ha hecho preguntarme... cuando Roberts escribió esto en 1987, ¿cuánto había escrito ya?
Roberts,
como otras grandes (Sandra Brown, Linda Howard, Jayne Ann Krentz, Suzanne
Brockmann) empezaron escribiendo novelas tipo harlequín. Empezó en 1981 y no
escribió su primera contemporánea larga hasta 1987, el mismo año que sacó esta.
O sea, se tiró seis años aprendiendo el oficio, contando historias románticas,
cómo se construye un personaje, trabajando los tópicos de romántica… Ahora
parece imposible una carrera así.
También
grandes nombres en histórica, como Mary Jo Putney, Mary Balogh o Loretta Chase
empezaron en los ochenta con novelitas breves, solo que en su caso eran del
subgénero Regencia tradicional.
La novela
rosa es una escuela estupenda para aprender a contar historias, me parece a mí.
Así se explica que, cuando se lanzó a escribir obras que pasaran de las 300 páginas, le salieran tan bien, tan profesionales.
Hola!!
ResponderEliminarPues tomo muy buena nota para leerlo. El último que he leído de ella me ha parecido malo, así, tal cual. Como si no lo hubiera escrito ella, que no es que sea muy fan de esta mujer, pero creo que su forma de construir novelas de suspense funciona. De ahí mi descalabro
A ver si me animo y me quito el mal sabor de boca del anterior, que me fio de tus comentarios ;)
Un besote
Si tienes la oportunidad, sí, es suspense romántico puro, ochentero, sin cosas paranormales ni nada. No me extraña lo que dices que te ha pasado con Nocturno. Para mi gusto, la Nora es una de esas que dicen «hit or miss», una como Linda Howard, una de cal y otra de arena, corres el riesgo de que meta tanto competence porn que te deje fría, y no hile bien ni el romance ni el suspense.
EliminarA mi esta novela me gustó mucho. Queda en la memoria algunos de sus momentos como la lucha denonada de Tess por su paciente, el adolescente. La trama no la recuerdo tanto. Sí los protagonistas.
ResponderEliminarSí, son de los que llaman la atención. Lo de Tess es una perspectiva humanista rara en un suspense romántica, tendemos todos (yo también) a verlo como Ben: ha hecho daño a otros, me importa poco su motivo, tiene que pagar por ello.
EliminarLa última novela que leí de Nora Roberts que es Legado me tuve que emplear a fondo y acabarla porque la había comprado y no contemplaba no finalizarla, pero madre mía lo que me costó ! En cambio esta me gustó y aprovechando tu reseña la estoy releyendo.
ResponderEliminarCreo que lo comento más arriba, es que Nora Roberts es muy una de cal y otra de arena, incluso en sus novelas de suspense. No le encuentro consistencia, personalmente. Ahora, es lo único que leo de ella, lo demás, ahora, ya no me interesa.
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