Por TONI ANDERSON ‧ Fecha: enero
de 2009, revisada en 2021
Cuenta la autora al principio de la edición que yo
leí que ha revisado esta historia en 2021. Es la primera que publicó y la
verdad es que aunque puedes encontrarla un poco desgalichada a veces, y podría
haberle metido más tensión y lo que tú quieras… Me encantó.
Elizabeth
Ward trabajaba para el FBI, sección dedicada al arte. Un mal día la toman prestada los del crimen organizado y acaba teniendo una
malísima experiencia. Temiendo por su vida, huye. Se refugia, bajo identidad
falsa, en un rancho de Montana.
Como esto es Romancelandia, todo buen santuario,
aunque sea en mitad de las montañas, trae consigo un mocetón de muy buen ver,
en este caso Nat Sullivan (treinta y
tantos).
Este antiguo fotógrafo del National Geographic tuvo que hacerse cargo del rancho. Ahí viven él, su madre, su hermano con su sobrina, y una hermana que es médico.
Total, que él tiene que intentar sacarlo adelante, y tiene problemas de cash.
Aunque al principio él desconfía de ella, y ella
tampoco es que se sincere mucho, acabarán enamorándose.
Elizabeth se siente aún más
dividida, entre la necesidad de quedarse allí donde ha encontrado una familia, un
hombre que la quiere y al que amar… Y el saber que es el objetivo de los malos,
por lo que estaría poniéndolos en peligro si se queda allí más de la cuenta. Lo
suyo con Nat parece imposible.
La mayor parte de la novela se dedica a construir
poco a poco el romance, contándote además lo que ocurrió en el pasado. Y luego tenemos... a un
malo malote, un asesino profesional suelto, un ex jefe de Elizabeth –Marsh– que
quiere llegar a ella antes de que lo hagan los malos, y para ello quiere
utilizar a una amiga de Elizabeth, Josie. Digamos que se usan el uno al otro, a
ver quién es el más listo.
El romance, aunque se concentra en poco tiempo, sí
que resulta creíble que estos dos se enamoren. La parte sexi está bien. En
cuanto al suspense, no hay mucho misterio, se podría haber sacado más partido y
retorcerse más todo. Es más bien una de acción, y esta se va construyendo a lo
largo de todo el libro y se concentra en la parte final de la historia.
Estupenda. La cogí cuando estaba gratis. Creo que
me leeré las otras dos historias de la serie Her. Para que veáis cómo eso de
poner tus libros gratis funciona para captar lectores, si el producto es bueno.
En rigor, sería una novela de tres estrellas. La
subo a cuatro por la ambientación entre montañas, con nieve y en un medio
salvaje con sus lobos, bosques, etc.
Por SARINA BOWEN & LAUREN BLAKELY ‧
Fecha: enero de 2022
Cogí esta novela que está en KU porque estaba en
una lista titulada Books like ‘Heated
Rivalry’.
¡Ja, ya le gustaría!
Yo me quedo preguntándome en qué puede entenderse
que sea parecido, ¿que es un male/male
romance, que uno fue deportista, que hay un inicio de cierta hostilidad…?
Supongo que simplemente es porque los tópicos que
se tratan son los mismos: enemies to
lovers, los opuestos se atraen y uno de los chicos es bisexual. Pero vamos,
que la ejecución es bastante diferente.
Esta es una historia narrada en NA, primera persona
dual, como parece inevitable hoy en día.
Mark (27) es papá recién divorciado con nena
pequeña. Al ser el padrino en la boda de su hermana, coincide con el otro
padrino, mejor amigo del novio, Asher (30).
A Mark no le hace gracia que su hermana se case. Con unas copas de más, acaba mandando mensajes inconvenientes, entre otros, lo sexi que le parece
Asher.
(Sí es eso que en inglés se llama drunk texting, derivado de drunk dialing, ¿en español tenemos alguna expresión equivalente?).
Porque sí, Asher es de los que están de tomar pan y
moja. Fue futbolista profesional en la Premier League y ahora dedicado a la
fotografía.
La atracción entre ambos es obvia, pero también hay
cierta hostilidad entre ellos, por ser tan diferentes. Asher es más
vivalavirgen, y Mark un tío serio.
Eso sí, el preparar la boda hace que viajen juntos
a Miami. Mark acaba de divorciarse y quizá sea el momento de explorar la parte
masculina de su bisexualidad. Asher se ofrece voluntario. Mark le dice que no
pero… el roce hace el cariño.
O, al menos, que le den una alegría al cuerpo.
Asumen que será algo breve, un rollo sin más. No encajan el uno en la vida del
otro. Además, Asher está pendiente de un trabajo que lo llevará fuera del país
durante meses, no es el momento adecuado para emprender nada más serio.
Claro que esto es Romancelandia. Ya sabéis que
hasta lo más difícil es posible para tener su final feliz.
Fue entretenido leer esto. No sé cómo se
organizaron Sarina Bowen y Lauren Blakely para escribir esto, qué parte es de
cada una. Hay eso sí una frase que me hizo reírme, de lo tonto que es.
Ya os digo que Asher fue futbolista en la Premier y
hubo un momento en que hace esta reflexión, ridícula, aludiendo a algo que le
pasó por España:
La última vez
que yo estuve así de nervioso fue hace cinco años cuando un toro entró en el
campo a mitad de partido contra el Barcelona.
Pues eso, imaginaos cómo es posible que un toro
entre en el Camp Nou (u otro campo de equipos que pudieran estar en la Champions). Aparte de que no sé cuántos bóvidos habrá en la Ciudad
Condal, me parece físicamente imposible que si hubiera uno suelto por ahí,
entrara en el campo.
Ridiculeces de gente que no tiene ni idea de cómo
es el mundo más allá de su pueblo. De esos que deben pensar que los franceses
llevan boina y camiseta a rayas y los africanos son todos negros y viven en
cabañas en mitad de la selva.
De nuevo, un perfecto romance tres estrellas. Si lo
lees, te entretiene. Y, si prescindes de él, tampoco pasa nada.
Mi experiencia: buena, 3 estrellas.
Print /
eBook / Audio
Tuxbury Publishing LLC, 1/2022
ISBN13: 9781954500617
Parte de una serie: The Best Men #1 (pero solo
porque hay una precuela, «Super Hot Wingman», The Best Men #0.5)
De vez en cuando me gusta explorar este mundo de
True North de Sarina Bowen sobre el que escriben otras autoras. Ayuda que estén
en KU, así pruebo a autoras para mí aún inéditas.
De Annabeth Albert no había
leído nada aún. Lo suyo son las historias gais militares, así que posiblemente
esta historia cuqui no sea muy representativa de su estilo.
Este romance contemporáneo está narrado estilo NA,
primera persona dual, como parece inevitable a día de hoy.
La protagonizan Finn Barnes (treinta y pocos), granjero de Vermont, y Harrison Fletcher (42), abogado
urbanita que ha decidido cambiar de vida y abrir una librería en el campo.
Librería con bar adosado: es la Vino & Veritas que da nombre a la serie.
Se gustan nada más verse, pero como tienen reparos
a las relaciones largas, lo suyo en principio es solo cosa de rollo de una
noche... y otra... y otra... Esto es Romancelandia, ya sabemos cómo acaba.
Finn ya ha pasado por eso de que un tipo de ciudad
llegue, le encante lo pintoresco que es Vermont, y lo sexi que es este granjero
macizo, para luego acabar harto del campo y dirigirse de nuevo a entornos más
cosmopolitas.
Por su parte, Harrison viene de una familia en que
los hombres no duran mucho, cree que no va a llegar su 43.º cumpleaños. Así que
mejor no dejar que nadie se enamore de él.
Me gusta que te hable del campo, del mucho trabajo
que lleva. Harrison y Finn tienen una y otra vez problemas para estar juntos y
tranquilos porque siempre hay algo que hacer en la granja.
Tampoco idealiza la vida rural, ni lo que son los
animales, cosa en la que caen mucho los urbanitas.
No son mascotas. No
romantizo lo que son. Se les cría con un propósito, y tal como yo lo veo, es mi
responsabilidad darles la mejor vida posible que pueda, respetar su lugar en la
cadena alimentaria, educar a otros en lo que significa una producción ética de
carne.
Una novela muy agradable de leer, que te distrae, y
cumple con su cometido de narrativa comercial para entretener.
Es la perfecta tres estrellas, está muy bien, pero
no tiene nada especial. Si la lees, no te arrepentirás; si pasas de ella,
tampoco de pierdes la novela de tu vida.
El hombre más hermoso que he visto en mi vida es el mismo
que puede arruinarlo todo.
La primera vez que veo
a Callan Walker, sé que traerá
problemas. Con su sonrisa de suficiencia, su candente acento australiano y sus
zapatos de mil dólares, es el tipo de hombre rico que siempre consigue lo que
quiere.
Y él quiere dos cosas:
una noche de pecado y mi cooperación mientras supera a su poderosa madre para
tomar el control de la propiedad de su tío.
No puedo permitirme
ninguna de esas cosas. Soy lo único que se interpone entre mi hermana pequeña y el sistema de
acogida. Puede que tenga dinero y encanto de su parte, pero yo tengo algo aún
más poderoso: pura desesperación. Este trabajo temporal en la empresa de su
madre puede convertirse en un trabajo de tiempo completo para mí. Tiene que ser así.
Pero cuando los ojos de
Callan recorren mi cuerpo, a veces me olvido de mis obligaciones. Su mirada
penetrante encuentra a la chica divertida y optimista que yo solía ser y no a la
persona cansada en la que me he convertido.
Y funciona, aunque solo
sea por un momento. Nuestra noche juntos fue un error. No puedo darme el lujo
de dejarme atrapar por la traición de su poderosa familia. Pero cuanto más me
acerco a Callan, más capas encuentro debajo de esa ropa cara. Aunque no puedo
olvidar que esto es temporal. El es temporal. Tengo mucho que perder.
Lástima que mi tonto
corazón no recibió el memorándum...
¿Entra dentro
de “Lo mejor de la novela romántica”?
Bueno, está bastante bien, en torno al puesto tres mil de mi base de
datos. Mandy lo escogió entre lo mejor del año 2017, tuvo crítica DIK A en All About Romance y 5 estrellas le dieron Pretty Sassy Cool
y Simply Love Book Reviews.
CRÍTICA
Me gustan tanto Sarina Bowen como
Sarah Mayberry. Hace años cogí esta novela y la tenía olvidada en mi Kindle
viejo.
Ando repasando las de Sarina Bowen,
aprovechando que ha puesto True North en Kindle Unlimited. Vi que tenía
comprada esta novela suya, una colaboración con la australiana Sarah Mayberry,
que publicó cuando estaba terminando True North #4 (eso dice en la entrevista
en Pretty Sassy Cool).
Es romance contemporáneo ambientado
en Nueva York, en concreto en la isla de Manhattan. Se narra, como parece
inevitable en estos días, en primera persona dual, alternándose los dos
protagonistas en la narración.
La vida de Grace Kerrington (25) no
es fácil. Tiene a su cargo a una hermana de 15 años, ya que su madre es una
yonqui perdida para la historia. Viven muy justitas de pelas, así que agradece
el trabajo temporal de inventariar una herencia.
Tendrá que apuntar y valorar todos
los objetos de arte, botellas de vino, etc. que guardaba Jack Walker, un rico
australiano, en su apartamento frente a Central Park. ¿El objetivo? Venderlo todo, rápido y
con discreción. Eso quiere la hermana del difunto, una mal bicho que dirige la
empresa familiar con mano implacable.
A su hermano, poco cariño le tenía.
Nunca aceptó que fuera gay. Quiere que todo se liquide cuanto antes y entrar en
posesión de la herencia.
Ni le ha hecho un funeral, ni se lo
ha comunicado a las personas más cercanas.
Entre ellas, su hijo Callan Walker
(31), que quería muchísimo a su tío, la única persona cálida con él. Vive
alejado de su madre, living la vida
loca como play boy internacional, hoy
aquí mañana allí.
En cuanto se entera de la muerte de
Jack, Callan viaja a Nueva York, dispuesto a poner la mano en los papeles de su
difunto tío. No puede creerse que le dejara todo a su hermana (la madre de
Callan). Tiene que haber un testamento posterior.
Consigue pegarse a Grace, ayudándole
en el inventario mientras busca ese hipotético testamento. Objetivo que oculta a
Grace.
Lo de estos dos es mucha química.
Además, se caen bastante bien, aunque procedan de mundos muy diferentes.
Callan tiene una vida cómoda,
viviendo a su manera, y enfrentado a su madre está deseando quitarle de las
manos esta herencia que no se merece.
No se da cuenta de lo vulnerable que
es la posición de Grace, que malvive y tiene que hacer bien el trabajo para el
que la han contratado.
La novela tiene ese toque Mayberry
de conseguir personajes que suenan muy reales, incluso este chico australiano
tan jet-setter. El planteamiento es
muy de novela genérica tipo harlequín. Lo que le da ese punto especial es que
consigue convertir los estereotipos en personajes de carne y hueso, con sus
sentimientos y emociones reales.
Callan, visto que nadie ha hecho un
funeral a su tío, decide reunir a todos los conocidos y amigos de este en una
fiesta homenaje. Resulta conmovedor ver cómo se prepara, cómo lucha por hacer
un discurso fúnebre que esté a la altura del personaje, qué gente comparece,
cómo va procesando las emociones que se suceden en su interior.
Detrás de todo, está Grace, quien
sabe que a su jefa eso no le va a gustar nada este evento y, sin embargo, acaba
echando una mano, supervisa preparativos, atiende a los del cáterin, recibe
invitados, mientras que con el rabillo del ojo controla que Callan esté
razonablemente bien…
Me parece fantástica la forma en que
las autoras consiguen que Jack, el fallecido, sea un personaje más. Lo
construyen a partir del cariño de Callan por él, los objetos que deja detrás,
las personas que lo rodearon, las historias que cada uno tiene de él...
Normalmente, el estilo NA es muy
pedestre y no permite diferenciar bien las voces de uno y otro personaje. Aquí
es un poco más fácil, porque a Callan te lo ponen hablando un poco
«australiano», con palabras que no son propias del inglés estadounidense.
No sé cómo se repartirán el trabajo
las autoras, pero me imagino que Mayberry escriba la parte australiana y Bowen,
la estadounidense.
Cuando terminé este libro me pareció
que era un sólido cuatro estrellas, dentro de su tipo de libro sencillo, porque
tiene un poquito más que tu novela genérica estándar. Pero luego me dio por
leer críticas en Goodreads y vi que mucha gente la encontraba problemática,
hasta ponerla una y dos estrellas, sobre todo porque les parecía Callan un
desconsiderado, sin el menor respeto por el trabajo de Grace. O que no le
encontraban la química entre ellos.
Y sí, resulta un poco problemática
la manera en que Callan ignora el riesgo que corre Grace, cómo su vida familiar
y económica pende de un hilo. Si no hace caso a su jefa y se deja llevar por
Callan y sus conflictos familiares, puede perder el trabajo y, con ello, los
medios para que su hermana siga a su lado.
Callan efectivamente acaba siendo un
poco como un rodillo que le pasa por encima en su lucha contra su madre, y
luego viene a salvarlo todo porque es guapo, listo y millonario.
Por esto lo bajo algo.
Al final de la novela, te dejan
intrigada con Claire, la hermana de Callan. En la guerra entre su madre y su
hermano, se sitúa como fiel secuaz de la mamá, la mala de la historia. Ahora,
eso no le impide querer a su hermano, lo mismo que a tito Jack. Te vienen a
decir que Claire y Callan no tienen el mismo padre, que el papá biológico de
Claire fue otro y que tito Jack descubrió su identidad. Le toca a Callan
decírselo.
Tiene todo el aspecto de que después
de esta novela te contarían su historia. Cuando preguntaron al respecto a Sarah
Mayberry, en Goodreads, contestó que confiaban
en que habría suficiente interés para que mereciera la pena hacer una serie,
que tienen ideas, obviamente, y de ahí el final del epílogo…
Asumo que ni lo han escrito ni lo
escribirán.
Odio cuando hacen eso, que te pican
con algo y luego no siguen…
Valoración personal: buena, 3
Se la recomendaría a: quienes gusten de novelas tipo
genérico con toque especial.
Los opuestos se atraen, desde luego.
Pero cuando el brillo de Manhattan choca con la gravilla de Texas, ¿será el
amor suficiente?
Noël:
Manhattan es mi corazón y mi alma. En el
despiadado mundo de las relaciones públicas de élite, soy uno de los príncipes.
Trabajo con megaestrellas globales, predigo las tendencias emergentes, fácil. ¿Y
los medios sociales? Esa es mi especialidad. Puedo hacerte, cariño, y lanzarte
directo a la estratosfera. Mi vida es el brillo de champán y luz de estrellas, y
todo a mi alrededor es dorado. Pero entonces, cuando mis propias campanas de
boda se vuelven sirenas de alarma y, de repente, marcho a Cancún, solo. Solo
con un billete de primera clase a una luna de miel para uno. ¿Todo ese oro?
Oropel manchado. ¿Todo lo que creía saber? Desaparecido.
Se supone que Cancún es donde me machaco
con margaritas y olas tropicales. Olvida el pasado, sacude el dolor y mira
hacia adelante. Es mi estrategia, siempre lo ha sido. Pero debajo de todo,
anhelo que alguien vea mi verdadero yo, el Noël que he escondido durante años.
Estoy tan malditamente solo.
Y luego me encuentro con Wyatt.
No se me parece en nada. Es un ranchero
de Texas, no puede decirme si los vaqueros de cintura alta están de moda o no,
y prefiere trabajar en sus campos que codearse con celebridades. Las cuerdas de
terciopelo y el acceso VIP no tienen sentido para él. También es más amable que
yo y altruista de una manera que no he visto desde que los pantalones cargo
desaparecieron como tendencia a principios de la década de 2000. Es el mejor
hombre que he conocido.
Y eso es un problema, porque toda la calidez
de su gran corazón y la amabilidad de Texas me están atrayendo. Estoy
desesperado por rendirme, pero no puedo. Las cosas buenas no son para mí. No
soy bueno para Wyatt. De hecho, soy un corazón roto inevitable
Entonces, ¿por qué lo estoy besando?
Wyatt:
Soy un hombre de la tierra, hecho del
suelo de Texas en el que trabajo, fortalecido por la viña que cuido. Es un
mundo que he nutrido cuidadosamente, un bálsamo para las heridas de mi pasado.
Esta vida no ha sido fácil, pero es la mía. Soy ferozmente protector del mundo
que he construido para mí, mi hermano, su prometida y mi sobrino. Los cuatro
somos todo lo que me importa, y mi vida y mis preocupaciones llegan hasta la
valla de mi finca y los límites de mi cordillera. ¿Todo lo demás por ahí? Todo
es polvo en el viento.
Y entonces Noël llega a mi vida.
Me colé por completo. Cautivado, vuelto
del revés, dado la vuelta, de arriba abajo y desgarrado por dentro. No puedo
respirar; estar cerca de Noël me hace sentir como si tuviera dieciséis años
otra vez y ocultar todas mis fantasías secretas y deseos no expresados. Estoy
en Cancún con mi familia, y este no es el momento para enamorarme de un chico,
pero ¿cómo no enamorarse perdidamente cuando el hombre de sus sueños entra en
su mundo?
Las múltiples capas de Noël me fascinan
y me dejan perplejo, y quiero pasar cada minuto descubriéndolo. La vida de Noël
es oro brillante, y la mía, el suelo de Texas, pero puedo aprender a comprender
Manhattan, la cultura pop, y las celebridades, si eso significa que consigo ser
el hombre de Noël.
Pero, ¿siente Noël lo mismo? ¿Qué hay
entre nosotros, qué es esto? ¿Es solo una semana que necesitamos los dos, una
pausa en la vida, fuera, en este lugar tan alejado de nuestras vidas reales? ¿O
es este el comienzo de algo nuevo y enorme y que nos va a cambiar la vida a los
dos? ¿Qué veo en los ojos de Noël cuando me mira?
Y, ¿qué va a pasar cuando acabe esta
semana?
¿Entra dentro de “Lo mejor de la
novela romántica”?
Acaba
de salir, y de momento la tengo distinguida solo porque es una second chance
y su crítica de cinco corazones en Love Bytes.
CRÍTICA
En un
aeropuerto hay un hombre pasándolo mal. Es Noël Bettancourt (28), un relaciones
públicas muy exclusivo de Nueva York y que está solo, bebiendo como un cosaco.
Entra al
rescate Wyatt McKinley (29, si lo he entendido bien), texano de muy buen
corazón (y mejor ver), porque…
Si un tejano llorase
en sus vasos de chupito en un bar, en cinco minutos habría tenido cuatro nuevos
amigos a los que contar sus problemas.
Así se
conocen estos dos. Acabarán compartiendo una semana en Cancún, una auténtica
burbuja de playa, mar, selva, comidas deliciosas, bebiendo champán todo el
rato, y entregándose a esos entretenimientos algo juveniles propios de una vacaciones
en un resort playero.
Wyatt se
queda colgado de Noël desde el minuto uno. Ahora, a Noël, hasta donde sabemos,
le van las chicas…
Ja, eso
se cree él, hasta que empieza a sentir deseos por su compañero de parranda.
No es
para menos…
Era texano, bronceado al sol y sólido, un
tipo que nunca ves en Manhattan. Los neoyorquinos pulen sus cuerpos hasta
adoptar físicos de modelos manoréxicos,
con los músculos meramente sugeridos, más que trabajar los de verdad.
Está
cachas, tiene buen corazón, es divertido estar con él y parece que le gusta…
una combinación que atrae a Noël.
Wyatt
lleva una vida de ciudad pequeña, en un rancho perdido en la mitad del enorme
estado de Texas, con sus vaquitas y su viñedo.
Noël es tu
urbanita estándar, que vive en Nueva York y lleva una vida de lo más fashion. Trabaja con celebridades, acude
a eventos de alto rango, o sea, que la suya es una vida muy acelerada.
Iba a
casarse con una modelo preciosa, pero ella lo deja por otro. Su vida familiar
es nula. No es de extrañar que piense que todos los que él ama acaben
dejándolo.
Como es
bastante frecuente en Tal Bauer, el planteamiento es más bien gay for you, y en su enamoramiento,
parecen bastante juveniles. ¡Qué le vamos a hacer, es la dinámica que le va a
este escritor…!
Ya veis
que es una novela de opuestos que se atraen. Sus vidas, sus personalidades,
hasta la gente que les rodea, son muy diferentes. Wyatt es un tipo que apoya a
los demás, y al que todo el mundo aprecia, incluidos sus paisanos, que ni pestañean
por el hecho de que sea gay.
Noël tiene
una vida en Nueva York que, hasta cierto punto, resulta contradictoria. Una
brillante fachada lo tiene todo el día de acá para allá, vestido de punta en
blanco, tratando con auténticas celebridades. Pero, al tiempo, vive en un
cuchitril, se alimenta de aquella manera y bebe un montonazo.
Ya digo
que en esta novela se bebe tanto que te suben los triglicéridos solo con
leerlo.
Siendo
tan distantes, y no solo por los kilómetros que los separan, no parece posible que
lleguen a un entendimiento. No pueden tener nada más allá de esa semana de
vacaciones.
Al texano
Wyatt le sobra cariño y amor para dar y tomar. Se sabe amado y apreciado por
los que le rodean. Por eso es inevitable que nada más conocer a Noël, ya esté pensando,
como quien dice, en los nombres de sus niños, lo ama aun sin conocerlo de
verdad.
Noël es
todo lo contrario, asume que nadie va a quedarse con él de manera definitiva.
Así que desconfía de sus sentimientos, cree que Wyatt acabará dejándolo, como
el resto del mundo, y duda. Por el contacto con la vida de Wyatt, que le parece
más real, empieza a dudar, a ser algo crítico con lo que él hace. Está confuso
y todo le da vueltas en la cabeza.
Noël estaba en
un laberinto, y tenía que encontrar su propia salida.
Y
mientras tanto, Wyatt, esperando, y no sabiendo si él, y su vida, son algo que
Noël quiera o no.
Ha sido
una novela muy agradable de leer, con ese estilo de Tal Bauer tan adictivo, con
momentos que me parecen hasta poéticos:
My thoughts
spiderwebbed like broken glass. He watched me like he was searching for
something.
Se
anuncia como una comedia romántica, de opuestos que se atraen, slow-burn, bi-awakening o GFY, con vibra
a vacación en la playa, small town y
su toque de celebrities.
Yo lo
dejaría en romance gay contemporáneo de tono cuqui, sentimental, del mismo
estilo que You & Me. Le coges
cariño a los personajes y son unos romanticones tremendos, a veces bordeando la
cursilería.
No es, ni
más ni menos, que lo que dice al final, «Sobre el autor»:
Tal Bauer
escribe novelas románticas gais sentidas. Sus personajes están totalmente
colados el uno por el otro, y luchan contra todo pronóstico por su final feliz.
Nada se interpone en el camino del amor.
No la
considero comedia romántica. Ni tiene particular gracia, ni te hace reír ni
sonreír.
Es más un
estilo reconfortante, que te hace sentir bien mientras vas leyendo.
¿Qué no
me gusta?
1) El estilo de primera persona dual.
2) Los errores al escribir en
español. Como la parte inicial se desarrolla en Cancún y luego en Texas, que ya
sabéis que perteneció a la Corona española hace siglos, aparecen palabras en
español. Y, claro, acaban escribiendo palabros como *señors en vez de señores.
(Como curiosidad,
te cuentan que los primeros viñedos en EE. UU. fueron plantados por misioneros
españoles en el siglo XVII en Texas. De ahí que parte de la uva que cultiva
Wyatt sea tempranillo).
((Si es
verdad no sé, en otros sitios dicen que fueron franceses en la Florida)).
Otro
fallo tonto: 3) escribir Jackson *Pollack, en vez de Pollock.
Una
cucada de historia, que si le pongo tres estrellas es porque, al fin y al cabo,
dentro de lo que he leído de Tal Bauer hay cosas que me gustan aún más. Los
tópicos de esta no me atraen especialmente, como eso de la alabanza de aldea, o
los opuestos se atraen.
Valoración
personal: buena, 3
Se
la recomendaría a:
quienes gusten de historias cuquis con toque sentimental.
No era empresa fácil, en elsiglo XIX,
andar los caminos de la vieja Inglaterra rural desde los páramos de Durham
hasta Londres; cinco días de aventura, de aldea en aldea, por bosques cerrados
y llanos desiertos, pendiente siempre el viajero de salteadores, de la traición
que se escondía en el lugar inesperado. Y menos fácil debía de resultar para
una mujer. Aunque fuera joven y vistiera como muchacho; aunque supiera
defenderse y fuera ágil como un gamo; aunque por las venas de su cuerpo mestizo
corriera sangre mohawk y se llamara Kanawiosta, el agua que fluye.
¿Y
DESPUÉS DE LA GUERRA?
Waterloo ha quedado atrás; también, las
difíciles negociaciones en el continente para restablecer una frágil paz. Pero
a lord Robert Andreville el retorno
al hogar de Wolverhampton, a la vida regalada y ociosa tras los días de dolor y
privaciones, no consigue serenarle el ánimo. Echa de menos el recurso a la
aventura y el peligro para acallar la inquietud interior que lo atormenta.
Quizá por esa razón, cuando aquella joven pequeña y morena, hermosa como luna
llena, tropieza con él en el camino, decide acompañarla hasta Londres, para
protegerla, quizá para seducirla...
UNA
AMERICANA EN LONDRES
Maxima
Collins es su nombre;
suena a rancia estirpe, a noble terrateniente inglés. También la llaman
Kanawiosta, entre los mohawks, allá, en América. Aquí y allí tiene familia; la
de allí, a la que perteneció su madre; la de aquí, la de su padre. Ella murió
hace tiempo; él, hace pocos días, y en extrañas circunstancias. Maxima se siente
más sola que nunca, rechazada como nunca. Pero no es esa la única razón de su
huida: ha oído hablar del reparto de una herencia, de que querían deshacerse de
la intrusa. La casa de su tío, lord Collingwood, ya no es segura para ella.
¿Entra dentro de “Lo mejor de la
novela romántica”?
Sí,
entró en mi lista de las mil mejores novelas románticas, edición de 2017, en el
puesto 156, y sigue entre esas mil mejores. Estuvo en la lista de cien mejores
románticas de The Romance Reader, la 68, y en dos Top 100 de All About Romance,
en el año 2000 la 91 y en el 2004 la 96. Tiene crítica de DIK A en All About
Romance, y estaba entre las más apreciadas de Paperbackswap una vez que miré,
la 108. No es de extrañar que sea de las favoritas de tantos lectores. Tiene
varios tópicos atractivos. Por ejemplo, amistad entre personas del mismo sexo,
travestismo y disfraz y, además, es intercultural (él es inglés y ella medio
mohawk).
Crítica
Este verano me
estoy dedicando a la serie Ángeles caídos de Mary Jo Putney. Las que ya he
leído, las releo con placer. Y aprovecho para comprar y conocer las que me
quedaban pendientes.
Esta es una de
las nuevas para mí.
El
protagonista no es en rigor uno de los Ángeles Caídos. Lord Robert Andreville (32), «Robin», aparecía
en Pétalos en la tormenta, como amigo
y antiguo amante de la protagonista. Un tipo muy inteligente y hábil, que
durante los años de guerras napoleónicas ha trabajado como espía.
Ahora ha
vuelto a su Inglaterra natal, a la casa solariega, regida por su hermano mayor,
Giles, marqués de Wolverton. La tranquilidad del campo inglés, sin embargo, no
serena a Robin. Lleva tantos años viviendo al filo de la navaja que ahora, cuando
por fin puede relajarse, todo se le viene encima.
La chica de la
película es Maxima Collins (25),
«Maxie», estadounidense hija de inglés y mohawk. De ahí que también se la conozca como Kanawiosta. Maxie es... ella misma, positiva y aventurera,
sin encajar en ningún sitio en particular. Ese andar entre mundos muy
diferentes le otorga una flexibilidad mental que le permite ver cosas que a
otros les pasan desapercibidas.
Cuando muere
su padre, se siente un poco perdida. Se queda en casa de su tío, donde no se
siente apreciada.
Se le mete en
la cabeza que hay algo turbio en la muerte de su padre.
Así que toma
la iniciativa de ir a Londres a investigar qué le están ocultando. Caminará, disfrazada
de muchacho, hasta la capital. Allí tiene otra parienta, Desdemona, lady Ross, a
la que nunca ha visto pero con la que se ha carteado.
La decidida
Maxie se echa al camino, como ha hecho todo homínido que se precie. Los seres
humanos hemos evolucionado a cuerpos fenomenales para recorrer largas
distancias. Ahora, quizá irse desde Durham hasta Londres sea un poco demasiado
aventurado, ¿no?
En ruta al
sur, se tropezará, literalmente, con Robin. Este no desaprovecha la oportunidad
de sacudirse el tedio lanzándose a esta aventura en compañía de una muchacha tan interesante –y atractiva. En su mayor parte, el libro
se dedica a estos dos andando por esos caminos del señor, y las peripecias que
les ocurren.
La historia se
complica por un tipo que persigue a Maxie, con el objetivo de evitar que llegue
a Londres. Y aún hay más: Giles, el hermano de Robin, sale al camino. Lo mismo
hace, desde Londres, Desdemona, la parienta de Maxie.
Giles y
Desdemona se encontrarán en medio de sus pesquisas. Chocan inmediatamente,
desconfían el uno del otro y tienen la peor opinión del mundo respecto al
pariente del otro, lo cual da lugar a más de un momento de humor.
Giles, cerca
de los cuarenta, un modelo de sobriedad, de comportamiento responsable…
preferiría no tener que tener que llevar a cabo un viaje tan incómodo, horas en
un carruaje bamboleante, sábanas húmedas, malas comidas en los tugurios por el
camino, sin un criado en condiciones que le ayude…
Y además de
todas estas incomodidades rutinarias, se iba a sentir como un auténtico idiota
persiguiendo por el campo a una fulana estadounidense, un espía retirado, y una
feroz reformadora.
Y mientras
tomaba todas estas cuestiones en consideración, el marqués de Wolverton se dio
cuenta de que estaba sonriendo.
Ambos son
viudos, y sus matrimonios no les dejaron con ganas de repetir. Ni que decir
tiene que acabarán formando una pareja secundaria inolvidable.
Me gustó mucho
esta novela. Es de las que leo poco a poco. Las de Putney son así, no tengo prisa
por acabarlas. Las disfruto más así.
¿Qué tiene de
bueno? Sobre todo, los personajes, cada uno con su propia personalidad, bien marcada. Son
gentes inteligentes, hábiles en lo suyo, peleones y resistentes, con toques de
humor…
Es gracioso
cómo Robin, antiguo espía, se defiende en cualquier situación, los distintos
papeles que sabe asumir, de manera que Maxie no sabe qué parte es verdad y cuál
es fingida. Es todo un maestro del engaño, hasta el punto de que Maxie le
pregunta:
—Robin, ¿alguna
vez cuentas la verdad?
Él le lanzó una
mirada ofendida.
—Cualquier bobo
puede decir la verdad. Hace falta verdadero talento para ser un buen mentiroso.
Maxie acaba
pensando que Robin miente siempre, no se cree nada. Lo curioso es que, a ella
precisamente, Robin no suele mentirle.
Esta novela
histórica larga es una revisión que Putney hizo en 1995 de un regencia tradicional, The Rogue and the
Runaway, publicada un lustro antes. De 254 páginas pasó a 384, así que
obviamente es mucho más larga. Alguna vez me gustaría leer los relatos
originales, a ver qué cambiaba. Como mínimo, le mete la parte más sexualmente
explícita.
Tengo
la duda de si es mejor leer Ángel o bribón antes o después de Pétalos en la tormenta. Creo que es mejor después, porque si no,
pierde tensión el personaje de Robin en aquella otra, donde lo es tan hábil e
inteligente que hasta sospechas que pueda ser uno de los malos.
Si no le doy
lo máximo es porque mete un toque un poco magufo en algún momento, con
premoniciones y visiones que medio explican con la cultura mohawk de Maxie.
Mis
sentimientos respecto al misterio detrás de la muerte del padre de Maxie son
ambivalentes. Puede que al final decepcione, que esperes algo complejo. En
realidad, es todo bastante humano, comprensible, lo cual le da más valor. Nada de melodramas baratos.
¡Qué descanso
leer algo bien escrito y con personajes con personalidad,
no muñequitos de papel a los que las autoras prenden identidades como máscaras y creen que con eso ya cumplen!
Al principio
de Shattered rainbows (Arco iris roto en español), la siguiente
de la serie, hay un comentario de Old
Book Barn Gazette que creo que la clava al decir lo que me gusta de esta
autora:
La Sra. Putney me hace sentir orgullosa de ser
una lectora de romance. Escribe bellas historias sobre personas maduras con emociones
y vidas complicadas que te enganchan y no te dejan irte.
Valoración: notable, 4 estrellas
La recomendaría a: aficionadas al amor y aventuras por la
carretera al estilo clásico.
Otras críticas de la novela
Pocas
encuentro, al ser algo tan antiguo. Una pena, porque me parece una novela muy
sólida, dentro de lo que son las históricas clásicas.
Paso a las que
he encontrado en inglés, tampoco mucho.
All About Romance, DIK A. Me entero aquí de que Robin es el personaje preferido de Putney. No me extraña, tiene esa mezcla de héroe muy bueno en lo suyo, gracioso, sensual y al tiempo, atormentado, la vida le pasa factura...