domingo, 13 de agosto de 2023

Crítica: “Indigo nights”, de Louise Bay

 

Lo mejor, la parte sexi

 


DATOS GENERALES

 

Título original: Indigo Nights

Subgénero: contemporánea

Publicación: 2016

Parte de una serie: The Nights #3

Páginas: 316

 

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

No me va el romance, no hago el amor, y, desde luego, no tengo relaciones.

Las mujeres se sienten atraídas por mi poder y dinero y me gusta un buen culo y una bonita sonrisa. Es un intercambio justo, un negocio por placer. Conocer a Beth Harrison en la cabina de primera clase de mi vuelo de Chicago a Londres pone mi vida patas arriba y todo lo que sé sobre mí y las mujeres se va por la ventana. Normalmente soy bueno leyendo personas, situaciones, los mercados. Sé instantáneamente si puedo confiar en alguien o si está mintiendo. Pero Beth es tan contradictoria y confusa que no sé ni dónde está el Norte o el Sur.

Es dulce pero tan sexi que hace que mis rodillas se debiliten y la boca se seque. Tiene confianza pero es tan vulnerable que quiero envolverla y protegerla del mundo. Y luego me folla como un tren y simplemente desaparece, dejándome con los pantalones alrededor de los tobillos, preguntándome qué día de la semana es.

Si alguna vez la vuelvo a ver, no sé si le gritaré, la desnudaré o me enamoraré.

Gracias a Dios vivo en Chicago y ella vive en Londres y nunca nos volveremos a ver, ¿verdad?

 

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

No. Si la he leído es solo porque es de Louise Bay y está en KU.

 

CRÍTICA

Aprovechando que Louise Bay tiene sus libros en KU, tenía pensado leerme su bibliografía, porque lo que he leído de ella me ha gustado.

Solo que después de leer esta serie de Nights, me lo tengo que pensar un poco. La segunda me pareció pesada y demasiado alargada, acabé saltándome buena parte.

En esta, que es la tercera de la serie, Louise Bay remonta. Pero, ¿suficiente para seguir con esta autora...?

La protagonista es Beth Harrison, hermana de Jake Harrison, el protagonista de la primera, Noches en París. Esta muchacha tuvo un problema con el alcohol. Vivir en Londres con su hermano le ayuda a mantener el drinking a raya.

Tiene un canal de repostería en You Tube. Por eso, le proponen grabar algunos cortes para un programa de la tele.

Por ese motivo está en un avión.

(Por cierto que el trayecto Londres-Chicago y a la inversa se hará unas cuantas veces en este libro. En primera clase, claro).

Así conocerá al atractivo millonario Dylan James. Lo de este tipo es puro sexo. Es de esos personajes de romántica que tuvo una mala experiencia con una prometida, hace años, y desde entonces su relación con las mujeres es solo sexual.

Ya sabéis, la típica mentalidad machirula de que todas las mujeres son iguales, solo le quieren por el dinero, etc. Sí, muy visto.

Lo de estos dos es cosa de echarse el ojo y enrollarse. No pretende ser otra cosa que un rollo de una noche.

Pero, como esto es Romancelandia, pasará a ser de dos, de tres noches, y sus días, y semanas, etc.

Hasta que sin saber cómo ni porqué, acaban enamorados el uno del otro.

Me parece especialmente lograda la forma en que Dylan se enamora de ella. Resulta que no deja de pensar en esta chiquilla, que tan franca ha sido con él desde el principio. Que se entrega al placer con decisión, como si no hubiera un mañana, confiando en él. Sin pedirle nada.

La encuentra atractiva, quiere estar con ella. Conocerla mejor. Y no solo por el sexo. Ni él mismo se lo explica, pero la cosa es que, cuando se quiere dar cuenta, está enamorado.

Por sus problemas pasados con el alcohol, Beth hace tiempo que ni se enrolla con nadie ni se enamora. Se toma esta aventura con Dylan como una forma de recuperar esa parte sensual de su vida.

Y fíjate tú cómo acaba, enamoradísima.

Pero luego resulta que hay un detallito que él no le ha comentado y cuando lo descubre pues se siente dolida.

Esto es lo que da pie a la parte final que gira en torno al típico alejamiento del tercer acto. Oportunidad para que él se arrastre en busca del perdón y una segunda oportunidad.

La historia empieza como una novela prácticamente erótica, con sexo a tutiplén, y muy bien escrito, excitante como debe ser. ¡Qué bien se le dan a esta mujer esas escenas!

Luego sigue la cosa bastante romántica entre ellos dos, atontolinados, explorando esos sentimientos inesperados.

Para mi gusto, acaba renqueando un poco al final. Para mí, la cosa que provoca lo que podemos llamas «ruptura del tercer acto» no era para tanto. Tuve, de nuevo, la impresión de que la autora tenía que rellenar páginas.

Novela narrada en NA, como parece inevitable de un lustro a esta parte, tu habitual fantasía de millonario, aviones y grandes ciudades, los dos muy guapos y sexis, ella con más curvas que una starlette de los cincuenta, y él luciendo traje con más estilo y planta que si fuera un rey.

Para mí, la autora abusa de la suspensión de la incredulidad del lector. No es verosímil que un tipo millonario como Dylan, con su montón de empresas, deberes y compromisos,... no me creo que actúe como en el libro. Creo que se pasan.

Hay un detalle. Afuera de Heathrow, en un momento dado, hay un coche con chófer esperándolos en uno de sus vuelos trasatlánticos. Y Beth convence a Dylan para que se vayan en tren, en el Heathrow Express. Digo yo qué necesidad habrá.

Primero, ella también tiene pelas, así que se puede permitir coger un taxi en vez del transporte público.

Luego, oye, que tiene a su hermano. A mí, que por temas de trabajo me ha tocado volar un poquito más de lo habitual, vamos, siempre que puedo me traen y me llevan de casa al aeropuerto en coche particular.

Y sí, cuando llego a la T4 me cojo el metro. Pero si tuviera un coche esperándome afuera, como que le iba a hacer ascos, anda ya…

Claro que por otro lado puedes pensar que según cómo esté el tráfico y a qué parte de Londres vayas, igual el Heathrow Express llega antes que el coche.

Luego no me creo que ninguno de los dos googlease al otro nada más enrollarse, o a la segunda, o a la tercera. ¿De verdad que no tienes el menor interés por saber a qué se dedica el otro y prefieres dejarlo al azar de ver si te reencuentras en otro viaje de avión?

Sobre todo la parte final, que él emplee tanto tiempo y esfuerzo en hacer que ella le perdone, no es algo creíble en alguien con tantas responsabilidades como Dylan.

Me parecen más recios los héroes que dicen «te quiero, y aquí estoy para ti. Cuando te aclares, me lo dices». Y se largan, que corra el aire. Si el problema es mental de ellas, que se lo arreglen.

Así que es una experiencia así así. Me ha hecho pensar. Si no estuviera en KU, ¿la leería? No, creo que solo recomendaría comprar de Louise Bay las que vinieran recomendadas, no esta.

Entonces, ¿por qué pierdo el tiempo con estas naderías, con el montón de cosas buenas que hay por ahí?

Tengo que replanteármelo. De nuevo, estoy leyendo cosas prescindibles solo porque están en KU.

Valoración personal: buena, 3 

Se la recomendaría a: quienes gusten de la fantasía de millonarios

Otras críticas de la novela:

No he encontrado nada en español, y en inglés he tenido que rebuscar mucho para encontrar algo. Eso sí, todas encantadas de conocer la historia de Beth y Dylan.

But First, Books, 5 estrellas (creo). 

4.5 corazones en el blog Give Me Books

A Midlife Wife, le gustó. 

Reseña en Devilishly Delicious Book Reviews

Os añado a los sospechosos habituales, ya que no he encontrado más. En Amazon.es, 4.4 estrellas

Goodreads, 4.16 estrellas

No hay comentarios:

Publicar un comentario