miércoles, 30 de junio de 2021

Crítica: “El último baile”, de Marisa Sicilia

 

La vida da muchas vueltas y, a veces, el amor no es suficiente


 

DATOS GENERALES

 

Subgénero: histórica

ISBN 13: 978-84-687-9161-6

Edición: 3/2017

Editorial: Harlequin Ibérica

Páginas: 320

Colección: Top novel, 224

 

SINOPSIS (según La casa del libro)

Viena, 1952. Andreas y Lilian se reencuentran inesperadamente en un café tras una larga separación. Mientras pasean juntos por el Prater, Lili recuerda su historia de amor con Andreas, su enamoramiento incondicional y juvenil, el primer desengaño, el fracaso en su intento de olvidarlo, la reconciliación y los años locos que vivieron juntos en el salvaje Berlín de entreguerras.

Recuerda cómo, a pesar de las separaciones y las distancias, nunca dejaron de amarse. Porque el de Lili y Andreas es uno de esos amores que perduran a través del tiempo y las pruebas.

Porque las verdaderas historias de amor nunca terminan.


¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

Sí, indudablemente. En mi base de datos la tengo, actualmente, en el puesto 2.541, o sea que está holgadamente dentro de las tres mil mejores novelas románticas ever. Eso tiene mérito, habida cuenta de que son poquitos los blogs en español de los que recabo datos fiables. Fue considerada lo mejor del año 2017 en varios sitios: El rincón de la novela romántica, Cielos de papel, Otro romance más y también para Ivette Chardis.


CRÍTICA

La cosa ha salido así. Al leer salteadas las novelas de Marisa Sicilia, me ha quedado para el final la que es, creo yo, la mejor: El último baile.

Es de esos libros por los que casi llego tarde al trabajo. Estaba terminándolo y no podía dejar de leer.

Cuando acabé di un suspiro profundo, de esos así «ains, qué “potito”».

La protagonista es Lilian, a la que vemos, ya en torno a su medio siglo de edad, regresar a su Viena natal. Topará entonces con un caballero guapete como un pincel, Andreas, el amor de su vida, al que hace años que no ve.

Entonces hacemos un salto atrás, a 1921. Lilian, jovencita, en su baile de la ópera, enamorada de Andreas, el hermano de su mejor amiga. Virginal, desconocedora de las cosas, huérfana de padre que murió en la Gran Guerra, pero aun así sigue formando parte de la buena sociedad.

Eso le permitirá acudir a Trieste en vacaciones de verano, y allí saldrá a relucir su amor juvenil por Andreas, bastante correspondido. Son unas escenas doradas, de playa, tan bien descritas que sientes en la boca el sabor del mar, notas la piel caliente bajo el sol y… la confusión, el vértigo físico del primer amor.

La mayor parte del libro está contado como desde la perspectiva de Lilian. Lo que siente o piensa Andreas es, en buena medida, un misterio. Hay desequilibrio entre la presencia escénica de uno y otro personaje: Lilian siempre, Andreas solo en relación con ella.

Por eso, esta novela acaba sonando al subgénero sentimental o women’s fiction. Si no la califico así es porque la historia central es el amor de estos dos, no solo una cosa más que le pasa a Lilian.

A lo largo de más de trescientas páginas vamos de principios de los años veinte hasta los años cincuenta. Meter treinta años de la vida de una pareja en trescientas páginas, con tanto evento y sin que eches nada a faltar, con todo lo que ocurrió en esas décadas en Europa, es alucinante.

El amor de Lilian por Andreas queda claro desde el principio, es constante a pesar de las cosas que le pasan en la vida, va madurando a lo largo del tiempo, tiene una hija, vivirá en Viena, y luego estarán en el Berlín de entreguerras, caótico, muy de vanguardia, donde Andreas quiere cumplir su sueño de ser un arquitecto estilo Bauhaus.

Los dos protagonistas tendrán una evolución según pasan años y décadas, con sus malos momentos, claro. Las cosas que les pasan derivan de las decisiones que toman. No voy a entrar en detalles por no destripar cosas. Lo mejor de este libro es ir descubriendo lo que ocurre, cómo van cambiando los protagonistas al mismo compás que la evolución social y política de aquella Centroeuropa de la primera mitad del siglo XX.

He leído en alguna crítica que son personajes a los que estrangularían más de una vez. No ha sido esa mi experiencia.

Entiendo que las decisiones que toman, a cada momento. Se explica por quiénes son, por ellos y sus circunstancias. Dos vieneses de la buena sociedad de principios del siglo XX, muy jóvenes y sin demasiada experiencia. Adolecen de limitaciones en su comprensión de la vida. 

Además, es fácil anticipar qué va a pasar desde nuestra perspectiva, así, a toro pasado. Podemos pensar «vaya error hacer esto o aquello», pero si te sitúas mentalmente en aquella época, desde aquella perspectiva todo es bastante racional. 

Me parece maravilloso saber crear unos personajes que suenan tan auténticos y que, por otro lado, responden a la época en la que los sitúas.

El estilo es fantástico, con sus conversaciones vívidas y las escenas justas para describir en cada momento cómo es la sociedad en la que viven. Lo que yo llamo «estilo best-seller internacional», sin florituras ni cursilerías de esas que encuentro con cierta frecuencia en nuestra romántica y que me echan tanto para atrás.

No hay demasiada tensión sexual no resuelta, la verdad, pero la romántica-emocional está de toma pan y moja. Eso, al menos a mí, me compensa de sobra.

Como comparo cada libro con otros del autor, reconozco que me deslumbró más Nadina o la atracción del vacío, quizá porque era la novela con la que la descubrí y me dije «caramba, también se puede escribir romántica así de buena en español». Sin embargo, este Último baile me parece la mejor novela, redonda. De Mathieu me enamoré, de Andreas no. Pero es que Lilian es una protagonista magnífica, con sus errores e imperfecciones. Y los comportamientos de Andreas son perfectamente lógicos de alguien de aquella época y lugar, un hombre que tiene sus ambiciones personales y que no quiere renunciar a ellos por Lilian, a la que cree que tiene segura de todas formas. Así que hay cierto equilibrio entre los dos. En cambio, en Nadina…, la inanidad de la protagonista femenina se notaba mucho frente al magnífico Mathieu.

Por eso, considerada en su conjunto, esta ha sido mejor experiencia y le pongo 5 estrellas. Admito que en parte también es por la ambientación tan atractiva en la Europa central de entreguerras, uno de mis temas literarios favoritos. La reconstrucción que se hace aquí de aquella Viena, de aquel Berlín, me parece magnífica. Vives realmente cómo era. Es una historia de amor para los fans de Joseph Roth o Stefan Zweig.

Siempre digo que Sicilia me evoca películas. En este caso, al empezar y acabar en la Viena de posguerra, la imagen que tenía era El tercer hombre, con Alida Valli caminando, las hojas otoñales cayendo, rebasando a Joseph Cotten y pasando de largo.

No, no es preocupéis, El último baile es romántica, aquí sí hay un final feliz.

Para la parte del libro que se ambienta en la República de Weimar, la peli inevitable es Cabaret, así morboso, un poco desenfocado, con mucho alcohol y cierta flexibilidad sexual.

Bueno, pues con esto ya he leído todas las novelas de Marisa Sicilia y solo me queda esperar. Si alguna vez saca libro nuevo, seré la primera en comprarlo. Sea lo que sea, sin mirar la sinopsis. Y si no vuelve a publicar nada, lo lamentaré, pero habrá dejado un corpus de novela romántica en español que merece la pena, dale una oportunidad.

Valoración personal: excelente, 5.

Se la recomendaría a: cualquier fan de la novela romántica que quiera una historia de amores perfectos entre seres imperfectos.

Otras críticas de la novela:

Si queréis conocer otras opiniones al respecto, aquí os dejo unos cuantos enlaces a otras críticas y reseñas.

El rincón de la novela romántica

Cielos de papel

Otro romance más

Libérate leyendo

Tras la lluvia literaria

I am Sendra Black (que, pese al título, es blog en español). 

Libros en mi biblioteca

El espejo de la entrada


Como reseñar un libro escrito en español es meterse en territorio comanche, me siento obligada a poner esto:

 

WARNING!

 P.D.: Esta novela está en Kindle Unlimited, así que le podéis dar una oportunidad si estáis suscritos o, como yo, andáis de pruebas.

6 comentarios:

  1. Hola!!
    Totaalmente de acuerdo con todo lo que comentas. Es mi favorito de Marisa Sicilia, siempre me repito y puedo entender que haya lectoras que no les guste cierta actitud de ella, per a mí me pareció una historia un posible.
    Genial todo
    Un besote

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    1. Gracias por comentar. No me extraña que sea tu favorito, porque me parece el más redondo de sus libros. Me pasa como a ti, que entiendo que los protas no caigan bien a todos los lectores, pero yo me lo explico perfectamente por la edad y la sociedad en la que nacen.

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  2. Estupenda crítica.
    Ainnns, a mi esta novela me dejó pillada,no digo más.
    Me sumo al deseo de una nueva publicación suya. :)

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    1. ¡Gracias! Cuando un libro es tan rebueno, me esfuerzo en que la crítica esté a la altura, y hacerle justicia. Así que me alegro de que la crítica te haya gustado.

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  3. Qué buena era esa escena con Aida Valli alejándose, pero qué bonito imaginar, tal vez, un final diferente. ¿Porque no es cierto que ese escritor de novelas de segunda fila que interpretaba Joseph Cotten habría merecido una oportunidad? Yo sí lo creo, igual que pienso que la mejor parte de escribir, la más emocionante y confortadora, es ese compartir referencias, ya sea en forma de películas, de libros, de vivencias o solo de fantasías, de todas esas cosas que nos enamoraron y, en mayor o menor medida, nos convirtieron en lo que somos. ¡Y ya dejo de divagar! Pero no sin antes repetirte lo muy afortunada que me siento por compartir amores contigo y aún más agradecida por las buenas, y más que generosas, palabras y por todas las aportaciones.
    Cuando escribí la historia de Lilian y Andreas me encontraba en algo muy parecido a un estado de gracia. De un tiempo a esta parte la gracia no es que se me resista, es que no quiere saber nada de mí. De todas formas, ya ves que soy de las que creen en lo de insistir e insistir…, así que voy a seguir cortejándola y no pienso perder la esperanza de que cualquier día de estos se vuelve a colgar de mí.
    Mientras llega o no ese momento, también yo seguiré por aquí: leyendo y descubriendo nuevos amores. Gracias siempre, Bona.

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    1. Muchísimas gracias por pasarte por aquí. Das lustre a mi modesto blog haciéndolo.
      Sí, habría sido un final más merecido, pero ya sabes, a los guionistas de películas "serias" les da repelús el final feliz.
      También es uno de los grandes placeres de los lectores que tu cerebro asocie unas cosas con otras, que te evoquen otras obras o experiencias.
      Con mis palabras solo intento expresar un poco del placer que obtengo leyendo. Confío haberlo conseguido.
      Ánimo, como se suele decir, que la inspiración te pille trabajando.
      Si sale, sale; y, si no, ya digo que has cumplido de sobra.
      Yo aquí seguiré, hablando de este género tan modesto, que da grandes momentos sin esperar nada a cambio.
      Un abrazo.

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