miércoles, 10 de mayo de 2023

Crítica: “Extra credit: Three Ivy Years Novellas”, de Sarina Bowen

 

Un complemento estupendo

 


EXTRA CREDIT

 

Por SARINA BOWEN Fecha: marzo de 2019

 

Como complemento a la serie Ivy Years, Sarina Bowen sacó, en 2019, las tres novellas o novelas cortas de la serie. Merece la pena sobre todo la de «Yesterday», las otras dos están bien, pero no te sacan de nada y las olvidas a los dos minutos.

Yo me bajé el libro al Kindle, aprovechando que está en KU toda la serie, y las fui leyendo en el momento adecuado de la serie. Así, «Blonde date» (#2.5) entre The year we hid away y The understatement of the year, y «Studly period» (#5.5) después de la última, The fifteenth minute.

Hice una excepción con «Yesterday», protagonizada por Graham y Rikker, que leí después de su libro, The understatement of the year. Me parece mejor así, porque el relato completa realmente lo que se cuenta en la novela.

Aunque le doy tres estrellas a los dos primeros relatos y 4 al tercero, en conjunto, esta antología la puntuaría en 4 estrellas, porque me parece muy equilibrado, y da lo que esperan los fans de la serie. Además, el tono de los relatos es variado, la dinámica entre los protagonistas distinta…

Convence mucho, y muy bien.

Las dos primeras se pueden leer de manera independiente, sin necesidad de haber leído las novelas largas de la serie. La tercera, Yesterday, creo que no tiene sentido si no has leído (y disfrutado) The understatement of the year.

De las tres historias, la que he visto más apreciada es la primera, que se publicó de manera independiente en 2014. Kaetrin y The Badass Reviews le pusieron una A, Rosario (Rosario’s Reading Journal) una A-, Kimberly Faye Reads, 5 estrellas. Y es uno de los favoritos de Mrs. Julien Presents.

 

«Blonde date»

Julio de 2014

The Ivy Years #205

106 páginas

Katie Vickery es una de las Katies que viven con Scarlet, la novia de Bridger, protagonistas de The year we hid away, creo recordar. Es la típica chica de hermandad, siempre pulidita y por supuesto relacionándose solo con chicos de fraternidades.

El chico de la película, Andrew Baschnagel, es vecino, puerta con puerta, de Bridger. Juega al baloncesto, algo poco glamuroso a lo que se ve. Añádele que te lo ponen un poco friki, un nerd de esos a los que le va La guerra de las galaxias, ¿cómo no me va a parecer adorable? Ello da pie a que, claro, aparezcan citas inolvidables, «May the force be with you».

La cosa es que Bella rompe con su novio, un cretino que la pone en una situación bastante humillante. Entonces, esta chica mira alrededor y se da cuenta de que hay otros chicos que merecen más la pena que los futboleros (de fútbol americano) guais.

Entra así en escena Andrew, que está colado por ella desde que le echa el ojo en la clase que comparten, de historia del arte. Una que me recordó un poco a cuando yo estudié Historia del Arte en COU, algo muy básico y que no me parece como de nivel universitario.

Tiene un epílogo curioso, contado en tercera persona pero desde la perspectiva de Dash, el ex de Katie. Sí, el idiota que la puso en una situación imposible por una gilipollez de esas muy de fraternidad. Así, ves la historia de Kate y Andrew desde el punto de vista de un tercero. 

Ay, qué descanso frente a la primera persona dual tan NA de esta serie. 

Gracias, gracias, ¿no podría escribir todo así?

Es de esas historias que en cuanto cierras el libro no recuerdas nada. Solo te quedas con la sensación de que te ha gustado y ya.

Tres estrellas, ni te disgusta ni te deslumbra.

 

«Studly period»

Marzo de 2019

The Ivy Years #5.5

Si la historia anterior es tibia, esta es perfectamente olvidable. Cuando me pongo a escribir esta crítica no recuerdo ni de qué iba.

Voy un momento a repasar y os lo digo…

Ah, sí, esta es la historia de un jugador de hockey, tipo armario empotrado de esos que tanto me gustan a mí. Es Pepe Gerault, franco-canadiense.

Necesita ayuda en inglés y entonces recurre a unas clases especiales. Es su tutora en inglés Josephine, llamada «Josie» por todos.

Una chica algo introvertida, lo suyo es más las palabras escritas. Algo muy distante del bullicioso mundo del equipo de hockey de Harkness College. O de este sexy jugador, uno que tiene una novia, Marie, que es como el Guadiana, ahora están juntos, ahora no.

En uno de esos paréntesis, Pepe es uno de los que se enrolló con Bella, la ayudante del equipo de hockey. Son amigos. Es muy de agradecer cuando aparece esta muchacha. Y claro, que esté el equipo de hockey, da lugar a que ocupe bastante escena John Rikker, algo que me encanta.

En esta novela hay momentos deliciosos para gente como yo, una friki del lenguaje. Me encanta que me cuenten cosas como la siguiente…

The rule for adjective order in a sentence is: a) opinion b) size c) age d) shape e) color f) origin g) material h) purpose

Eso es lo que Josie explica a Pepe, el cual le responde:

I thank my a) cute b) Little c) Young d) slender e) brunette f) American g) English tutor for putting up with my bad writing.

Hay un momento en que Josie recibe una camiseta que dice:

The first rule of thesaurus club is we don’t speak, mention, jabber, natter, expound upon, discourse or declare thesaurus club

Ains… Lovely, lovely

La novela va de septiembre a enero, más un epílogo (L’epilogue) en el mes de marzo, siguiendo un poquito la temporada de hockey.

Ya digo que es fácil de olvidar, pero ahora que me he forzado a ver de qué iba, recuerdo que me gustó mucho cuando la leí.

Otra sólida novelita 3 estrellas.


«Yesterday»

Marzo de 2019

The Ivy Years #5.6

La tercera es la historia fuerte e inolvidable para mí.

Es continuación de la historia de Graham y Rikker. No me suelen interesar las historias en las que los protagonistas son ya pareja y se trata de ver cómo sigue su historia. Pero este caso es una excepción. Quería saber qué pasaría cuando Rikker volviera a ver a sus padres, ¿cambiaría algo las cosas…?

Llegan las Navidades y ambos regresan a su Michigan original. Se trata de pasar unos días con sus familias antes de dirigirse a Chicago, para la boda de Skippy, el ex de Rikker. Y después, tendrán que ver cómo seguir juntos ahora que el fin de sus días universitarios parce cercano…

Ahora que son pareja, salidos del armario, se trata de ver cómo reaccionan sus familias. Ambas son muy religiosas, y ya sabéis que eso significa, para ellos, rechazar la homosexualidad.

Claro, cuando sus hijos son gais les entra un conflicto tremendo. Cómo lo lleva la familia del uno y la del otro es el quid de esta historia.

Los padres de Graham lo tienen claro. Él es su hijo, le quieren, le tienen que apoyar en lo sea, aunque para ellos todo sea novedoso. Y si en la iglesia no lo entienden, pues nada, se cambian de parroquia a una más diversa y tolerante.

¿Y en el caso de John Rikker?

Bueno, si habéis leído su novela sabréis que lo echaron de casa y se a vivir con su abuela. Ahora, siete años después, vuelve a casa de sus padres, confiando en que las cosas sean algo diferentes. Son sus padres, ¿no? Lo tienen que querer y él es más maduro, no va a tener la piel tan fina y parece que podrá aguantar lo que le echen, porque su mundo, su felicidad, no está en ellos, sino en Graham y en el hockey.

Hay momentos duros en esta historia, pero también otros adorables y muy románticos.

No siempre me ha sido fácil decir lo que siento, porque no quiero que me rechacen. Pero allá voy. Te quiero, y nunca voy a dejar de hacerlo. Ni siquiera si el único trabajo que encuentro es en Alaska. Te quiero y quiero estar contigo, no importa lo complicado que sea. Y esperaré a que resuelvas tus problemas. Tanto como haga falta. ¿Alguna pregunta?

… No, solo, ¿cómo es que te has convertido tú en la persona más funcional de esta relación?

–Te quiero. Tantísimo…

–Yo también te quiero.

–Y no voy a dejar de hacerlo.

–De acuerdo.

Ay, qué chicos. Me encantan.

Es una de esas historias que te dejan perpleja de cómo es posible que unos padres rechacen a sus hijos por el hecho de ser gais. ¿Cómo es posible…? Para mí esa es la definición del fanatismo, cuando tus ideas (políticas, religiosas, lo que sea) están por encima de los naturales lazos del amor entre padres e hijos.

No obstante, admito que es fácil ser moralista con temas que tú compartes. Pero, ¿y si hacen algo que tú entiendes reprobable…?

No sé, es incómodo para los padres plantearse estos dilemas. ¿Hasta dónde llega el amor por nuestros hijos…?

Pero no entremos en profundidades, que esta es la historia de Rikker y Graham, sin más. Un complemento estupendo.

Un sólido notable, 4 estrellas.

 

Otras críticas

Caroline Russomano, en All About Romance, hizo una crítica de Extra Credit, dándole una A «Blonde Date» y una B a cada una de las otras dos.

Rowena, en Book Binge, le da una puntuación global a este libro de 4.25 sobre 5. Pero luego, individualmente, le pone 4 estrellas a «Blonde Date», 4.25 a «Studly Period» y 4.5 a «Yesterday». Comparto más esta apreciación que la de AAR. 

Breve reseña en Daydreaming Through Books. No le gustó tanto «Yesterday»., aunque la considera realista. 

Speed-Reading Book Nerd Reviews le da 4 estrellas al conjunto. Aquí habla de «Studly Period» y «Yesterday».  Anteriormente, había comentado «Blonde Date» junto con The year we hid away, y a las dos le da 4 estrellas.

Ya digo que de las tres, la que consiguió más críticas separadas fue la primera, «Blonde date». Kaetrin’s Musings, una A

Mrs. Julien Presents te comenta los cuatro primeros libros y esta novela en un artículo. La última, The fifteenth minute, piensa que es un error y mejor prescindir de ella. Pero «Blonde date» le encanta.

Rosario’s Reading Journal, una A-. Le encanta sobre todo el epílogo. Sí que es algo especial. 

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