Crítica: “The submission gift”, de Solace Ames

Una de esas que es erótica y algo más

DATOS GENERALES

Título original: The submission gift

Subgénero: erótica

Fecha de publicación original en inglés: 2014

 

Parte de una serie: LA Doms #2

Páginas: 254

 

NO TRADUCIDA EL ESPAÑOL

 

SINOPSIS (según Fiction Data Base)

Los recién casados ​​Jay y Adriana tuvieron un matrimonio feliz y una vida sexual espectacular, hasta que llegó la tragedia. Herido en un accidente automovilístico, Jay pasó un año recuperándose mientras Adriana trabajaba horas extras como chef para pagar sus facturas. Aunque se ha recuperado casi por completo, algunos aspectos de su juego íntimo nunca volverán a ser los mismos. Es un pequeño precio a pagar, considerando todo.

Pero cuando una larga lucha con la compañía de seguros resulta en un pago atrasado, Jay tiene un plan. Apartará un poco de dinero y contratará a un chico de alquiler de alto nivel que se especializa en la dominación sexual. No para él, sino como un regalo para Adriana, por cuidarlo durante los últimos doce meses.

Paul es el atractivo extraño que eligen... y el que lo cambia todo. Lo que comienza como una sola sesión para cumplir una fantasía se convierte en algo más grande que todas. Pero cuando el dinero se acaba y el peligroso pasado de Paul resurge, los sacrificios necesarios para permanecer juntos pueden terminar destrozándolos...

¿Entra dentro de “Lo mejor de la novela romántica”?

No estaría entre las mil mejores, pero sí es de esas a las que, si te va este subgénero, puedes darle una oportunidad. La tengo actualmente en el puesto seis mil y poco, gracias a que la escogieron entre lo mejor del año en dos páginas web, la ya prácticamente inactiva Romance Novels For Feminists y Publishers Weekly.

CRÍTICA

Voy leyendo cosas atrasadas en mi Kindle viejo. Empiezo por orden alfabético: Ames, Solace.

La sinopsis me parece algo engañosa. La pareja hispana Javier (al que llaman Jay) y Adriana vive en California, y están casados desde hace ya un par de años o más.

Dan a entender que tenían una vida sexual de fábula y ahora él ya no puede. No es exactamente así. Tenían una vida sexual más o menos normal, dentro de lo que son los gustos de cada uno, lo menos vainilla podría ser el recurrir a juguetes eróticos y el sexo anal. A Adriana le gusta ser dominada y Jay se pone un poquito a ello, pero no es algo que le guste, lo hace solo por ella.

Cuando empieza el libro, él está ya casi recuperado. Le quedan ciertos dolores repentinos en la zona lumbar, pero eso no le incapacita para tener sexo. Se pone a buscar curro en lo suyo, que es trabajador social.

Adriana trabaja de sous chef, en un entorno laboral con sus más y sus menos. Hay un compañero que intenta hacerle la vida imposible. Se trata es de seguir teniendo dinero para pagar las facturas.

A poco de empezar el libro, llega a Jay la indemnización por sus lesiones, y hacen planes. A Jay se le ocurre entonces hacerle un regalo a su mujer: contratar a alguien que le permita a Adriana explorar su ansia de ser dominada.

Así van a dar con Paul. El tema de la prostitución no me mola mucho, pero aquí al menos es un agente libre, no le explota nadie. Es un tipo muy frío, con cierto distanciamiento profesional respecto al sexo. Primero tienen que ver exactamente qué quieren, hablar de las diferentes posibilidades, antes de montar una escena al gusto de Adriana y con la que Jay pueda sentirse bien.

Hay algunas diferencias respecto a otras eróticas de tríos. Aquí hay escenas juntos los tres, sí, pero creo que es más importante cómo se emparejan por separado: Jay explora con Paul una sexualidad que con su mujer no tiene, y Adriana hace lo mismo. Como es propio de la erótica, hay sexo vaginal, anal y bucal, y todo muy organizado por Paul, que es el que marca el ritmo, pero siempre dentro de lo que ellos deciden. Aquí no hay duda alguna de consentimiento.

Llega un momento en que dejan de ser los clientes de Paul. Como él quiere seguir viéndolos, les plantea una relación a tres, que puede ser solo sexual o incluir elementos emocionales, como prefieran. Se siente cómodo con ellos dos, siente algo, él, que se ha considerado a veces incluso un poco sociópata.

No por eso le cambia la personalidad. Incluso cuando están ya como pareja, quiero decir, como trío, Paul sigue siendo calculador, controla bien lo que hace en cada momento, leyendo las emociones, los deseos y los pensamientos de Jay y Adriana para no pasarse nunca.

Me resultó muy interesante una cosa que Paul cuenta respecto al sadomaso. En el pasado, Paul tuvo una pareja con la que rompió, porque ella quería la sumisión en todos los aspectos de su vida, mientras que él lo deja como algo que se hace en el dormitorio. Diferencia entre lo que es una práctica sexual y una parafilia que domine toda la existencia de la persona.

Dentro de lo que es la romántica erótica, me parece un libro muy bueno. Equilibra lo erótico, es decir, las escenas que están ahí para resultar excitantes y llamativas, con lo romántico, esto es, el enamoramiento a tres bandas. Esto último es menos complicado porque Jay y Adriana ya son pareja, cada uno de ellos es lo más importante del mundo para el otro. Se trata de que Paul se enamore de Adriana y de Paul, y ellos de él, para acabar viviendo juntos.

También se aparta de lo que he visto en otras novelas de tríos la orientación sexual de los protagonistas. Adriana es hetero, Paul me parece bastante bi y Jay es… bueno, ¿sabéis esas historias de gay for you? Pues aquí me quedé con la impresión de que él era hetero for you o bi for you, por Adriana, la mujer que lo es todo para él. En Romance Novels for Feminists dice que es un tío bi tirando a femme. No te mencionan que estuviera interesado en ninguna otra mujer nunca, solo en Adriana. Y más por ser ella, no por su cuerpo en sí.

No es una novela de esas que yo llamo porno, una escena erótica tras otra, mal hilvanadas con un argumento ridículo. Cada personaje tiene un pasado, una familia, algo que les ha colocado en el sitio donde están en este momento. Les pasan cosas, a Jay como trabajador social, Adriana en su particular infierno en la cocina y Paul con su libertad condicional y sus clientes raritos. Y esas cosas que les pasan influyen en el desarrollo de su relación.

En general, es mi tipo de libro erótico, que cuenta una historia, retrata personajes realistas y cotidianos, y, al mismo tiempo, tiene escenas muy subidas de tono, imaginativas.

Lo que no me gusta es parte sadomaso. No me gustan las eróticas sadomaso. Que la gente sufra me da muy mal rollo. Y no me refiero a que por ejemplo la gente tenga sexo anal y le duela o que te den un azote, no, eso ya hasta me parece normal. No, me refiero a cosas como descargas eléctricas en salva sea la parte. Agggg, qué dentera.

Lo que pasa es que, ¡es tan difícil dar con buenas eróticas...! En este subgénero hay miles de novelas. Resulta complicado dar con aquellas que equilibran bien la parte erótica con la amorosa sin convertirse en porno. Esta sería una de las buenas, a las que puedes dar una oportunidad.

Mi referencia en erótica de tríos es Rough, raw and ready de Lorelei James, que me gustó más que esta, pero vamos que creo que ahí le andará.

El eBook Kindle veo que está a 2,74 € y si te gusta la erótica, merece la pena.

Valoración personal: notable, 4

Se la recomendaría a: quienes tengan debilidad por los ménage à trois.

Otras críticas de la novela:

Como no está traducida al español, no he encontrado críticas en nuestro idioma. No obstante, si alguien conoce alguna, siéntase libre de apuntarlo abajo. Se lo agradezco.

Crítica con estrella en Publishers Weekly. 

Kaetrin’s Musings, una B. 

The discriminating fangirl, 4 estrellas. 

Romance Novels for Feminists analiza la novela en el artículo «You Don't Complete Me: Solace Ames' THE SUBMISSION GIFT». Recomiendo totalmente leerlo, porque hace un análisis estupendo de cómo se desarrolla la novela. Básicamente, que puedes estar felizmente casado o casado, sin que tu cónyuge te lo de todo, sea la fuente de toda tu felicidad.

Otros están menos entusiasmados. Así, en Words of Wisdom....from The Scarf Princess le pone una C+. 

MinnChica, en Bookpushers, lo baja a D-, por la parte sadomaso que implica dar una bofetada y la forma en que Paul causa daño a Adriana, como que no lo ve sexi. No sé si se referirá al tema de los electrodos. Como mi problema es que nunca encuentro sexi el sadomaso, no sé a qué se puede referir. Esa escena para mi es la más fuerte. Igual para quienes leen esto es algo más cotidiano. Por otro lado, así como la parte laboral de Jay y Paul la reseñadora la ve bien, lo de Adriana en el restaurante más bien, no.